30.7.08

Tutiplén de los puentes amarillos

La sangre ríe idiota

Calma. [Si yo fuera la Ministra de salud, en lugar de dar vacunas, a los niños les haría tomar una ayahuasca. Y estoy segura de que el planeta sería mucho mejor, la gente buena y los chamanes muy millonarios y con el mundo a sus pies. Y el dominio. Pero ojo que yo quiero mi comisión. ¿Qué será menos cansado, ser ministra o chamana?]
Lo que se desliga del cuerpo, una palabra masticada. Algo que tiene que matarse para perdurar en su brillo. Un brote que corta el pesado, irrespirable aire que es cuando uno está adornando con miserias el seco lagrimal.


Las almas repudian todo encierro

Calma. [No está bien luchar contra el pecado capital propio, hay que caer en él y dejar que te abrace. Siempre nos quedará París].
Soñar en sí, porque para eso son los sueños. Porque sino será cierto que el invierno es de una estirpe tan dañosa como sucias las veredas, esas mismas que se lamen las ausencias, y los pasos.

Las cruces dejaron de llover

Calma. [La cagada con unos yuyos protectores que me vinieron con el palo santo es que cada vez que sahumás tenes que decir 3 avesmarias y 3 padresnuestros y no me los sé de memoria].
Lo que alcanza a abarcar la acidez de lo que falta. Lo cercano, lo plausible e inmediato, al alcance de dos manos. Eso a lo que no nos atrevimos, no quisimos ni pensarlo, ni siquiera...

Las flores se caen

Calma.[Hoy pienso en forma de alegoría todo el tiempo, es como inhalar kilos de mijo y que broten adentro de la cabeza y me duele la columna de estar tanto tiempo manteniendo el equilibrio ecológico de mi siembra].
Torcerlo todo para enderezarlo luego y volver a torcerlo y enderezarlo hasta el fin. Atreverse, tener valor para empezar a caminar, para no pedir upa, para que el horror nos de risa.

Las muñecas tan sangrantes están de llorar

Calma.

archivado en: —estás muy zen vos

27.7.08

Pocket here

No insistiré en la letanía, la reincidencia es el látigo de la calamidad.
En algún momento la gota que orada la sien será una nueva arruga.
Ya no importa.
Este pueblo se desvanece, patios, vecinos viejos, acacias inmensas que se elevan.

Mientras tanto, termino el segundo.
Al límite.

Idea de nunca: un lapso de tiempo tan enorme como el todo.
Idea de siempre: depende el caso puede resultar peor.
Idea de eternidad: el todo

Lomas de Zamora es tan lejos que me suena a nunca, sin embargo, no voy a reincidir en letanías.

En la nada se mezclan tres ideas como una única cosa.

archivado en: resacas y tutiplenes

23.7.08

Feisbú

Hubo un día en que Jqn y yo nos aburríamos mucho y decidimos emprender un proyecto muy ambicioso que duró exactamente un día.

Y nos quedaron de recuerdo estos cositos.








archivado en: plastipinturitas

20.7.08

Desgrabación de varios cáñamos

A mi entender, esta combinación de jovialidad y gravedad caracteriza a todos los fármacos visionarios o psiquedélicos, y es quizá el factor determinante de que no sean vehículos conformistas en general, sino sustancias orientadas hacia «vivencias de inspiración», usando palabras de W. Benjamin. Como la inspiración no es algo que pueda ser comparado, o siquiera retenido, sin constantes desvelos, tener presente su existencia conlleva a la vez entusiasmo y depresividad, alegría y melancolía. Las drogas no visionarias se emplean precisamente para esquivar uno de los lados, y allí encuentran su límite.
Antonio Escohotado


Creo que fue como media hora (o tal vez fueron dos o tres minutos) los que pasé mirando el blanco de esta página pensando qué escribir.
En dos o tres minutos (o media hora, no sé) podés hacer un interesante repaso de tu vida, y todavía te queda tiempo para repasar el piso de la cocina y el baño, cuando estás zarpada de coco.
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Z. no se resigna a que no le voy a dar alfajor. Pone la cabeza sobre el escritorio y me mira con "esos" ojos. Afortunadamente tengo un arsenal diabético en esta bolsa.
Los que no se resignan ganan.
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Conducta recurrente. Entrar al pocket y escribir algo que empieza genial y desmadra, arrepentirme y pegar todo a un Word. Guardarlo y no verlo nunca más.
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En esta película, al final se ve cuando un tipo le da a la mina una toalla para que se limpie el semen. Para mi eso es una falta total de profesionalismo. Por más amateur que sea, nada les costaba editar el final. Con directores así, el arte del porno gratuito se va a pique.
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El último poeta de mi vida me duró exactamente cuatro días.
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Penetración poética++

Las cruces se hicieron solas
Cuando limpié el teclado
De migas de coco
Momento después de escribir el título y pretender elaborar un poema donde no quede claro de qué tipo de penetración se trata, si cultural, psicológica, ideológica o sexual. Pero igual no importa, tengo uno de esos momentos en los que soy incapaz de completar un pensamiento.

Era un poema.
Pero no lo recuerdo
No lo recuerdo
No lo recuerdo.

Esta canción está sonando desde hace casi mil horas. Y no es que se repita, es que dura eso. Es de Arcade fire y no entiendo cómo, en qué momento la alargaron tanto.

¡Lo recuerdo!
Era algo así:

Fumados vos y yo
Éramos los seres más acariciables del planeta.
Fumado
Vos me amabas.
Fumada
Yo más.

Lo recuerdo
Lo recuerdo
El poema trataba sobre la penetración de la poesía (sea cultural, ideológica, psicológica o sexual)
Y las cruces se me hicieron solas
Cuando limpié el teclado
De migas de coco.

Ya ves, no es necesario ser licenciado para ejercer.
Los que no tenemos licencia somos como los artesanos de la feria paralela de Plaza Serrano, los que tienen la mercadería más linda y te tratan mejor.
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Conducta recurrente: pasarme la lengua por los dientes compulsivamente y no poder parar. Es mi tic de cuando estoy ansiosa.
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Tiene especial predilección por las bombachas y las tapas de plástico. Con estas últimas se atraganta o se lastima el estómago. Acaba de conseguirse una del frasco de champú y tuve que golpearle el lomo para que pueda respirar. Aún así defendió su resto de tapa cuando quise sacársela.
No es cierto eso de que el perro con el tiempo se parece a su amo. Él es igual a mí desde siempre, defiende cosas que le hacen mal.
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Opinamos: perdonar una traición te hace merecedor de esa traición.
Adoro esta libertad de elección, mejor dicho, en potencial: adoraría esta libertad de elección si es que hubiera opciones.
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De todos los platitos el mejor fue el de aceitunas negras rebozadas.
Tengo un collar nuevo que es perfecto en mi cuello. Sólo en mi cuello. Es una pena que jamás haya podido verme con mis ojos. Desde aquí los planos se elevan y la reacción es singular: como una torre de ropa en desuso.
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El río y las ganas de que ese mocosito me bese.
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Tengo su url al lado de la mía y es como si estuviéramos juntos otra vez. Guardo todo, es mentira que limpié todos sus virus. Tengo todo él inundando mis ojos, metiéndose en cada una de las esquinas de mi subconsciente. Eso no me jode. Lo que me jode es que no hay antivirus que me limpie la sangre.
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La consigna es crear un monstruo mucho más inofensivo que nuestro monstruo personal.

archivado en: zarpada de coco

14.7.08

Tutiplenes ricoteros V

El chasquido que quiere proteger ese grito que no es todo el grito

Entonces resulta que la decepción es esto: un seis de julio, una especulación, un sitio vacío, oscuro como el bolsillo, hueco de regaliz para paliar el sabor amargo, camuflajes —narcotraficante naive—, a veces mis delitos son demasiado ingenuos.

Entonces resulta que el fracaso es esto: una puerta cerradísima, timbre una vez, chirrido intolerable que lastima la paz, silencio —avenida córdoba increíblemente muda—, ni un alma, dos veces timbre, tres veces, nadie.

Entonces resulta que la soledad —elijo esta reverencia o purga necesaria—, es inútil, el enojo una quimera, no poder parar esta mar serena, bajar de la escalera abominable porque hay peldaños que astillan los talones, y caer también es subir, subir, subir, encontrar que arriba siempre habrá algo peor por suceder.


Rara vez esta vida tiene sentido, amor


El vendedor dijo que a este lápiz (el que estoy usando ahora mientras garabateo la hoja y escucho una voz que no es la que quiero escuchar) podés tirarlo desde un piso veinte, que la punta permanecerá inalterable.
Pierdo el hilo y me sumerjo en las líneas firuletes, escribo un nombre sin darme cuenta (—¡Hola!, ¿estás ahí?, me pregunta esa voz y aterrizo en Planeta Tierra y su cháchara insustancial)
Al lápiz, una vez escrito el nombre, se le rompió la punta. Pienso: “esto es lo real”, saludo, un corte y una quebrada. Vuelvo al Planeta que se esconde detrás del almanaque, el lápiz aquí no necesita punta y mis dibujos son maravillosos. Nadie tiene nombre.


Es un cóctel que no se mezcla solo

Nunca quise otra cosa más que a la imposibilidad de mis abrazos a la nada.


La misma bailarina y el mismo lunar

Es casi místico aunque no seco de demonios. Un veneno dulce que empalaga el ciclo especial de las esperas fantasmales que bailan la danza eléctrica con dedos derretidos de deseo que amurallan la calma por si los desbordes.
La soledad de las cumbres más altas es aquella que sólo puede verse desde el cielo y el ingreso allí es irrestricto. Con un balazo certero alcanza.


Y vos allí en mi remolque sin luz como un polizón

¿Viste esos pedacitos de canciones que de inmediato te traen un recuerdo de esos en que no podés evitar agarrarte el corazón con las dos manos, cerrando los puños, así?


Un drácula con tacones

La ansiedad es un minuto de aguante y se va pero lo que no se va es la recurrencia obsesiva a la ansiedad y por eso hay que retorcerce durante ese minuto —que pasa y se va— pero transcurre en mil años y así sucesivamente el círculo, lo no aconsejado, la vuelta a casilla de inicio una y otra vez.
Desesperante como vivir.


En mi buzón hay un par de cartas suyas

Uno hace dos mil cosas pensando que son las que el otro espera sin darse cuenta de que no tiene la más puta idea de lo que quiere el otro y entonces damos lo que nos gustaría a nosotros recibir, o sea, las dos mil cosas incorrectas.
Me acuerdo ahora que algunas vez las piezas encajaban más o menos bien en el rompecabezas y una vez armado hasta había algunas personas que lo encuadraban o lo metían entre vidrios para exhibirlo y, de ese modo, descartarlo, olvidarlo.
Porque la gracia está en buscar la pieza defectuosa, la que no se ensambla si no la modificás. La gracia está en la omnipotencia de tratar de cambiar la realidad.


Ángeles yo ya no puedo partir

Desde que voy a terapia todo el tiempo tengo que estar comportándome como una adulta. Eso es lo que más me molesta.


Es un instante de belleza muy cruel

Solíamos compartir esta especie de maldición vigilante, pero ahora vos dormís y el vino santo del sueño que convidaba almohadas y tragedias es vinagre.
Recordarte se hizo dulce porque a fuerza de buscar autocastigos uno termina atrapado en el placer de lo que no hay, se descifran nicotinas y se ajustan amarillos para dejar huellas en los muebles. Entre tanto, el brillo se apaga y muestra una vieja fotografía que dice a gritos: allí estuvimos pero hoy el sitio es otro.


Dormís colgado en la rama que soltaste con primor


A la izquierda, como si se tratase de cajones que guardan mil secretos, se han ido tejiendo historias. Son pequeños tesoros que, a través del tiempo, siguen manteniendo su encanto. Resultan irrestibles, como la fantasía del arcón de los misterios, o la historia de la caja de Pandora.
Sólo que ellos no detienen sueños ni contienen a los males del mundo, simplemente, alimentan la nostalgia.
Ya no los necesito. C:/format.


Todo lo que está en mi nube es nada más que un sermón fatal

Cuando yo era chica la caca se dividía en tres* tipos: humana, de pájaro, de ratón y de perro. Hoy día, con los alimentos balanceados que les damos a nuestras mascotas, los soretes de perro, otrora blanquitos, duros, tan simpáticos, inoloros y fáciles de manipular, se asemejan demasiado a los de los humanos (con lo que implica esto)
Este tipo de cosas son las que me hacen pensar que el avance en ingeniería de alimentos no es bueno para la humanidad en su conjunto.

* Antes de que Aste me corrija, digo tres (3) tipos porque en realidad, caca de ave y caca de ratón son un subtipo perteneciente a un mismo tipo que sería el de "cacas de menor importancia" o "cacas poco significativas"

archivado en: tutiplenes musicales con unas enseñanzas de vida de la puta madre

5.7.08

Vos lo pedís, vos lo tenés


Para ver el prospecto en todo su esplendor clicalo
y se te enlarya como un pennis (o más!!!)

Resacas S.R.L. agradece la adhesión, apoyo y difusión de sus productos.

¡NO TE LO PIERDAS, NO SEAS PESCADO!

archivado en: bombines a beneficio de una madre, autora y blogger argentina, contemporánea

2.7.08

El destino que usted intenta alcanzar

A Copérnica y su oído crepitante

Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire.
Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad.

Gandhi


Una vez conocido al librero de su vida y coincidido ambos (el antedicho y la autora) en sentido de un humor del tipo acidulado, original, sine cua non, sui generis, alcoyana-alcoyana. Gracias a la eficaz mediación de otra autora de gran significancia en la cultura literaria anque plástica y fisicuántica; les contaba: realizados los acercamientos presentatorios pertinentes, como quién no quiere la cosa, como que aquí no pasa nada —por haberlo prometido (al librero) en garchimonio anteriormente hablando, años ha, a otra autora divorciada, sufriente, condolida, no pega una, cercana a los afectos de ambas (las autoras)—; es decir: con la culpa galopante, el prurito moralista y la sana discreción en estos casos. Decía, una vez la autora y el librero de su vida: mucho gusto, es un placer, el saludo de rigor, el avistaje raudo, la tomografía veloz, sólo resta esperar que por generación espontánea, simple jugarreta del azar, coincidencia o insistencia de la autora (como tiene la costumbre), prontamente haga el papel de chica lecta-culta, justo andaba por acá y ya que estamos le pregunte (al librero) si tiene, por ejemplo alguno de José Iván Pantoja a lo que el librero de su vida, una vez fijádose en la maquinita diga no, que no lo tiene. Entonces ella, la autora, ni lerda (aunque perezosa) arremeta con un ¿te acordás de mí?, soy la autora del libro ese que está en la mesita, nos presentó otra autora justamente ayer, a los (tantos) días del mes en curso-19:15 pm y él conteste un uh... si, el libro, todavía no he leído pero siempre recomiendo a cuanto cliente se me acerque. Entonces, la autora, para no sentirse aún más miserable, desdeñada, facilonga, afectada de un bajón de la presión tan de repente, enfile hacia la mesa de saldos y se compre un libro cualesquiera, lo pague con débito tarjeta y salga de la escena, vista en alto, punta en pie para altitud y nunca más regrese por ahí.
Otra opción es que un día equis el librero se tropiece y se caiga la pilita, al levantarla piense: este libro de algún lado a mí me suena y aburrido porque es fin de mes o porque todo trabajo en esencia es un embole, se lo hojee por un rato y se acuerde de la autora: la bajita de humor simpaticona, de los pelos alta porra, uh... sí, le gusta (el libro), capaz que se lo lee.

archivado en: abonados en servicio