25.10.02

En líneas generales hoy es uno de esos días en los que quisiera cagarme en todo.
En líneas particulares, hay una especificación por la cual me es prioritario cagarme.
Así que voy a hacer eso.

21.10.02

Especial día de la madre


¿Hay que querer a las madres?
¿Por qué hay que quererlas?
¿Por qué esa imagen cultural de veneración hacia la vieja?

Si la verdad es que todo es una farsa y todos, absolutamente somos unos hijoesputas que llegado el momento nos cagamos en todo, madre, madres incluidas, sean de los hijos que tenemos con ellas o sea de ellas de dónde salimos.

No me hables de días, no me digas feliz día...
No hay días felices puntualmente instaurados. Yo soy feliz el 53, 2 % del tiempo. No me elijas cuando tengo que ser feliz...¡haceme el favor!

Tengo que decirlo: te amo Demi. No sólo porque sos mi hijo (porque tampoco es obligatorio querer a los hijos, el amor ahí es natural, pero tampoco es irrestricto) sino porque sos un genio y lo más sincero, lo menos atado a convencionalismos hipócritas que te enseñan en el colegio del orto. Tal vez porque nos parecemos y esas cosas que hacen que te admire como a nadie.

Tengo que decirlo, también: me encantó el librito que me hiciste, Michi. Y te amo, así tan atada a convencionalismos con los que ya no puedo lidiar. Somos de diferentes palos, pero si quererte fuera obligatorio para mi, sería la única cosa que haría con gusto y sin sentirlo, pequeña farsante. Vos fuiste la única que me arregló este día (feliz día) y ésas son cosas que yo valoro.

Tengo que decir esto otro: te amo Violeta. Y en este caso, te juro que no es porque seas mi mamá, sino porque sos tan linda, tan inteligente, tan solidaria y tan amiga, que no quererte sería un capricho estúpido, una rebeldía inentendible. Aún con tus reproches eternos (súmamente justificados), hay tantas cosas entre nosotras, que no quiero arruinar ni siquiera con la culpa eterna que llevo por no estar nunca del modo en que vos siempre estás conmigo.

En fin...

¿Hay que querer a las madres?
¿Hay que querer a los hijos?
¿Por qué hay que quererlos?
¿Por qué esa imagen cultural de veneración hacia la vieja?
¿Por qué esa imagen cultural de abnegación hacia los hijos?

¡Mierda! Creo que soy demasiado afortunada.

Lo tengo todo.

19.10.02

Hace un año, un día como hoy , me la pasé cocinando ñoquis para mis amigos españoles: Vindi, Mavi, Justin y Reynon, más unos colados. También me la pase recorriendo Madrid del brazo de ese ser encantador que mi Dilettant. Nunca fui mucho de recordar fechas y celebrar aniversarios. Estaré poniéndome vieja patética o no sé que... pero esta semana estuve recordando cada uno de los momentos con cada uno de mis amigos y los eché de menos tanto que no podría explicarlo. Mañana será el día en que con Vindi nos metimos en ese gran y eterno atasco para no llegar a ninguna parte, sin conseguir nada, pero logrando un pincho de paella medio cutre que para mi fue la más rica del mundo, y un zumo de no me acuerdo que, que era rico, junto a estar juntos despotricando por todo y cagandonos de risa de todo, lo que, sin lugar a dudas fue de lo más grande de Madrid.
Pasado mañana recordaré al Reptil, odiaré al que esa mañana me hizo llorar tontamente, volveré a amar a mi Erre lijando bastidores, me sentiré cansada, ojerosa, mezcla arrepentida, mezcla desengañada, mezcla feliz por tenerlos a mis amigos todos juntos en el María Pandora, en el Madragoa, con los ojitos chiquitos, llorosos y tan tiernos de mi Mavi frente mío en todos esos días, con la mirada extraviada del Ronda y la risa estridente y perfecta de la Viajera y ese salero inigualable, con la timidéz y mirada dulcísima y tartamuda del Justino y la ampulosidad del Bingo Small afectada de pacharán y emoción.
Nuevamente el Dile y su cámara digital apuntándole a todo lo que pasaba (por cierto, jamás supe si la foto de la “carrera” >corrida, diríamos por acá, pero lo omito para no dar lugar a equívocos.< , en las pantys que llevaba, unas que Mavi me prestó y le destrocé, tuvieron finalmente su testimonio fotográfico)
Y mi Vindi, otra vez, vestido para matar, sonriente y pegado a mi y a mi corazón, como desde el primer día en que puse pie en tierras ibéricas y me recibió con sus guirnaldas de papel higiénico en el asiento de atrás de su auto.
Y eso... que fue una noche estupenda, a pesar de mi cansancio y mi asombro por tenerlos a todos mis amigos juntos, seres reales, frickies irremediables, encantadores, solitarios, “gregarios” y entrañables.
Todo esto lo dije ya en las edades de Luc-Luc. Quería repetirlo, tal vez de una forma en la que les llegue lo mucho que yo, acá, tan lejitos los quiero a todos (menos a uno).
¿Qué si estoy en pedo? Puede ser, pero no mucho.
¿Qué si la nostalgia me duele? No, no hoy, por lo menos.
¿Qué si qué...?
Ni la más puta idea, che!
Tendría que estar escribiendo cosas importantes. Tendría que estar cumpliendo con lo que debo, tendría que estar en la línea del bien y la responsabilidad que me impongo.
Pero hay en mi una rara aprensión hacia lo que está bien. Soy hedonista... o pelotuda por naturaleza. Quiero escribir resacas y eso hago. No pinto, no cocino, no escribo sobre la Pizarnik prometida, no hago nada que tenga ninguna importancia y, la verdad es que tampoco sé si es esto lo que quisiera.
Me pregunto que quiero.
Posiblemente... que fuera viernes, uno de los viernes que vengo viviendo desde hace un mes o más.
Pero hoy no es viernes. Y el tiempo pierde significado.
Escucho a U2. La placa de sonido de esta máquina es de terror. No debiera quejarme tanto siempre, no debiera ser ingrata, pero lo cierto es que en lugar de Bono, pareciera que estuviese cantando Bon Jovi. Así es como siempre logramos confundir todas las cosas. Por culpa de plaquetas electrónicas que no hacen lo que deben, que con su ineficacia trercermundista reconvierten todo en inescuchable, ilegible o incomprensible.
¿Será por eso que tanto me cuesta comprender cosas?
Cuando los días comienzan a no tener significado. No hay domingos ni hay viernes y lo que se acerca es sólo lo contrario a lo que quisieras, es mejor pegar la vuelta, mirar hacia un punto fijo que te deje atontada, boquiabierta, insensible ante las ansias y la espera.
Todo lo que hoy me conmueve, mañana será un recuerdo bueno o malo, algo que añoraré o detestaré en partes igualmente proporcionales.
Finalmente, todo pasa. Es inútil pensar que hay algo que puede trascender a la tonta manera de existir.
¿Qué sentido pueden tener los deseos, entonces?
El problema, el gran problema es que nos hicieron creer en historias de sapos y princesas.
En la religión, por lo menos nunca creí. Es algo que nunca estuvo instalado demasiado en mi razonamiento. Tal vez mis capacidades apuntaron hacia cosas aún más increíbles, o, posiblemente fui rebelde a ese tipo de imposiciones.
En cambio, los cuentos de hadas siempre me dominaron. Tuve fe en ellos desde Andersen en adelante. Y ésa es la gran joda. Sobre todo, la de darte cuenta de que los sapos son los que se comen cotidianamente, y lo peor es que, es demasiado tarde para siquiera aspirar a princesa, o a cualquier cosa más o menos bonita, porque todo, absolutamente todo, es lejano e inabarcable.
¿Será cuestión de asumir, entonces?
Asumir: esa horrible palabra por la que los sicólogos cobran fortunas y no pueden estafar a la gente que, como yo, como vos, todavía nos seguimos resistiendo, así nos cueste la infelicidad eterna, o la equivocada idea de que estamos para algo mejor que toda esta mierda.

18.10.02

Es bastante alucinante comprobar que todo sigue exactamente igual. Nada se incendia, no hay cataclismos dignos de Cronica TV.
Todo merece nada mas que un apaciguamiento tedioso por estos lares.
Aunque hay sorpresas, claro. 700 dolares que ni vos ni yo tenemos, aunque si tenemos algo mejor: el incendio, el cataclismo, el pequeño asombro dibujado en una de las patitas de esta gran araña que nos teje y nos desteje todo el tiempo, acercandonos mas alla de esta epoca de malaria malcojida.
Bah, es puro lamento al pedo, como siempre. Hay cosas que tienen un valor nublado.
Hace un año no estaba aqui. Tampoco se si era mejor aquello.
Solo un d'ia en que la nostalgia no se revierte con 700 dolares, pero a la vez se siente que esta todo pago.
Que habre querido decir?
Todo el tiempo estoy preguntandome lo mismo
Donde estan los acentos y el signo de interrogacion que abre en este teclado?
Un misterio.

16.10.02

Se me rompio la maquina. Por alguna extraña razon me siento mas liviana, aunque extraño esta adiccion.
No se si quiero volver al ritmo ansioso y compulsivo. Por algun motivo raro echo de menos el ritmo ansioso y compulsivo.
No me cambia nada. La locura sigue fuertemente instala este donde este. Todos los espacios son iguales.
Por suerte empece a pintar nuevamente. Pintar me salva por temporadas.
Salio el sol.
No me cambia nada.

12.10.02

Ante el notable aumento de cartoneros, cirujas, linyeras, mendigos,desempleados de ENTEL y deshollinadores hurgando basuras por las calles y exfoliando el ambiente, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires decidió repartir bolsas verdes y bolsas marroncitas.
En las verdes se pone cartón, hilos dentales, botellas, clavos oxidados y tetrabricks. En las otras restos de cáscaras, colillas, apósitos femeninos o material quirúrjico.
El reciclaje es el opio de los pueblos. El pan es el circo y viceversa. Pero no hay.
No hay bolsas para el pan. Sólo cloacas, hipermetáfora del neo capitulismo de vangarde

9.10.02

Cuando el agua es demasiada para mi piel permeable me escurro.
Siempre es así, algo como autodefensa o autodestrucción.
Y cuando comienzan esos síntomas que tanto detesto, toda esa muralla que me contenía se desmorona y quedo patas para arriba como una cucaracha afectada por el Raid.
Lo más feo del caso es que, escurriendo el agua, lo que sale no es agua, sinó un líquido verde parecido a la peor de las ponzoñas. Sale de mi, es inevitable y no quiero morir atragantada. En cambio me da por matar a quienes más cerca tengo en mi amor (lo que sería algo así como un siucidio encubierto, porque ellos, siempre son inmunes, y se salvan) La que muere soy yo.
Mi lucha por ser buena flaquea todo el tiempo. Mostrar las caras bonitas seduce al mundo. Cuando se vienen las feas, los débiles escapan. Quedan aquellos que me quieren de verdad, permanecen allí, esperando el momento de disfrutar mis costados lindos.
Pongo caras, caritas. Me lo dijeron dos personas que son de lo más importante de mi vida. No sé bien cuáles son. No puedo verme, pero les creo.
Algo bueno debe haber en todo eso presumiblemente bueno que hay en mi.
Yo no sé cuales son esas caras.
Sé que hoy no tengo caras, no tengo ganas de gestos ni de pensar demasiado.
Por las dudas, recomiendo no acercarse. Sólo lo pido por mi. Mi capacidad de hacer daño sólo termina en siendo yo la más perjudicada.