En las puertas de una ciudad que aúlla sin ser vista
Luis Alberto Spinetta
Luis Alberto Spinetta
La luz se duerme entre las piedras
Cuando era pequeña heredaba los zapatos de mi prima y luego los de abuela, que tenía el pie de un microorganismo. Esos fueron los primeros zapatos de tacón que usé. Pero duró poco tiempo, por más que jugase a la hermanastra de Cenicienta, mi pie se globalizó llegando al tamaño estándar y ya no hubo herencias.
Ahora heredo los zapatos de mi hija. Ella evoluciona al taco aguja, yo vuelvo sonriente a los guillermina de charol y los canadienses.
Mañana regresaré a los pañales descartables y no sé si será bueno o malo porque, seguro no me daré cuenta. Vaya a saber que piense la enfermera del geriátrico. Me tiene sin cuidado. Para eso le pagan.
La vejez es un asco.
Salpicando el pasto inmolado
Para que alguna cosa funcione a niveles populares y sea aceptada por la plebe sin decir ni mú, es necesario institucionalizarla. El domingo instauré el día anual de la ojota. Espero conformar a todos y que sea respetado como lo merece.
El agujero de días de lluvia intensa
Hace tanto calor que quisiera estar en Barcelona. O en Moscú. O en Islandia.
La noche llega y tal vez mañana no exista el tiempo con sombras
Tallé un taco de madera que lleva tu nombre. Con él nivelo mi escritorio que anda chingado por acción del correveydile.
Puedo enfriar los cuerpos de hoy y ayer
Sólo le interesaban dos cosas en la vida: el anís 8 Hermanos y bebérselo. Así, en ese orden estricto. El problema con la curda dulce -decía-, es que las resacas son las más amargas.
Para medir consecuencias hacen falta reglas especiales.
Los muñecos que se queman en el alba roja
Llegar a un punto fijo. Quedarse allí por minutos y vislumbrar que la felicidad es posible y tiene gusto a bubalú de uva con juguito adentro. Hay una técnica para que el sabor dure más y yo la conozco. Podría decírtela, no es que no lo haga porque soy egoísta. Simplemente creo que la gracia consiste en encontrarla por los propios medios, o mediante una azucarera, no sé yo. Hay infinitas posibilidades.
Unos ojos mirándote así ayudan en forma considerable.
