29.7.05

Fábula ancha y ajena

Tenerla ancha produce una serie de trastornos en diferentes sectores del palier.
En casa hay tres máquinas, una por cada integrante. Y hay un televisor.
Hoy pusimos las máquinas en red porque compartir la alegría era nuestro sueño.
De las tres máquinas, dos se conectaron, se hablaron, se comunicaron, se amaron. Una no. Una no quiso. Una parece estar destinada a la marginalidad insondable, a la soledad oprobiosa de quién no pertenece ni es privilegiado.
Sí, adivinaste: es mi máquina la conchuda.
Ahora mismo estoy utilizando la máquina de mi retoño mayor.
Ahora mismo mi retoño mayor y mi retoña menor están peleando por la posesión del control del televisor.

Moraleja: si amás a la mujer de tu prójimo, seguro que es travesti.