15.2.04

Resacas: the true history

Hace dos años, cuando inauguraba este blog, no tenía ni la menor idea de lo que este sitio iba a significar para mí con el paso del tiempo. No conocía la función, el propósito de todo esto, no imaginaba que se convertiría en algo verdaderamente importante: más que un diario, más que un medio para hacer catarsis, más que una manera rápida y automática de publicación de cuanta idea demente (o no) se cruzase por mi cabeza. Algo mejor: una nueva fuente de inspiración, un lugarcito mío, abierto a quien quisiese leerme.
Al año siguiente, cuando incorporé la posibilidad del feed back, la cosa se puso mejor. Ya no estaba sola aquí. Empecé a rodearme de buenos amigos que con cada uno de sus comentarios convirtieron esto en una especie de bar donde encontrarnos para dejar fluir los mil y un delirios.
Mi estilo fue cambiando. El diseño del blog también. Fui creciendo a medida de que me daba cuenta que la risa es el mejor de los exorcismos a la malaria y mediocridad general. De ser una resentida melancólica, pasé a ser “la resacada” y disparate tras disparate fuimos todos dándole una nueva forma a este absurdo.

Hoy estoy terminando un libro.
Hoy me siento dueña de mis acciones.
Hoy tengo varios amigos nuevos y entrañables.
Hoy empieza el tercer año de este blog y vamos por más...