Educating Rita
Me gustaría tener uno de esos joystick con flash que van ahí arriba del cosito, para poder mostrarles lo bonita que es.
Tiene una flor amarilla en la cabeza, por lo cual deduzco que es mujer, no por la flor en sí misma sino por el color.
La traje hace un rato, le pregunté su nombre y no me contestó, así que decidí llamarla Rita.
Carlos Saúl se ha puesto un poco celoso. Esto pude comprobarlo cuando se negó a maquetar una de las páginas de la web del Club de Aeromodelismo de Pacheco, con excusas poco creíbles. Y si digo que son poco creíbles es porque a pesar de que me consta que disponía del tiempo para ayudarme, me dijo que no podía hacerlo porque tenía que estudiar álgebra y eso no es cierto porque es sabido que los cáctus no estudian álgebra sino que tienen más propensión a las materias humanísticas. Así que lo tomé como uno de los desplantes a los que me tiene acostumbrada.
En cambio, Raúl Lavié, que siempre está dispuesto a colaborar en la restauración de obras de arte o la conservación de museos, es un sol y veo con profundo agrado que Rita y él hacen buenas migas.
De ella todavía no puedo hablar mucho, apenas estoy conociendo sus gustos y actitudes. A simple vista, parece una cáctus educada.
Sé que, ahora que somos una gran familia, una vez superadas estas pequeñas discrepancias y escaramusas, lograremos ser completamente felices.
