15.2.12

Barajar y dar de nuevo

Todos los que fuimos bloggeros estamos enfermos de nostalgia y de impotencia.
Repetimos "esto no va, esto no va" moviendo la cabeza de un lado a otro como 
elefantes encerrados, incapaces de volver a ese territorio cuya naturaleza ha 
cambiado radicalmente ni de crear otra cosa. Es penoso.
Pablo Ferraioli



Tenía pensado hacer un racconto de año a año, el lugar común del aniversario.
Ya los hice otras veces. Fueron útiles para descubrir que el lugar donde uno está parado es siempre el mismo. Cambia el suelo, el soporte, la gente, el interés, el nombre de las penas, el tiempo que es sólo un número, un suceso largo que varía cantidad de arrugas, cicatrices, grasa en las arterias; menos cuerpo fuerza ilusión. Uno está más viejo y parado en todo lo que se repite.
La vida no es más que un rulo desgreñado, perfecto, finito.

Pretender desandar el camino buscando los objetos perdidos es un inútil volver al residuo que guarda la memoria.
Y lo que está escrito.
Durante diez años, en este caso.

De estos diez años habla Resacas, también cuenta, deja ver a la gente que pasó por aquí. Todo eso, hablar de todo eso, sería redundante.

El racconto es nostalgia, es ver la cara del error, y también añorar aquellas intensas felicidades.
“Esos días”...
Esos días se fueron, ya no están. Y el error-dolor es un mutante que jamás puede disimular su plumaje gris. Así como la felicidad es una veleta que tiene el color de las flores efímeras que escapan. Los dos permanecen y no se irán jamás mientras la vida sige buscando variantes de lo mismo.

Hoy sé algunas cosas más y olvidé montones de ellas. Sé que no quiero mirar hacia atrás. Que me interesa lo que está, el nudo nuevo en el rulo, sus mechitas amarillas, castañas, rojas, plateadas, la parte sana y la parte débil. Lo que hay que cuidar. Lo que quiero disfrutar. Lo que viene. Lo que tenga que venir.

Entonces acá estoy, parada en el mismo rulo, transcurriendo el tiempo, con menos pretensiones y un poco más de calma, despidiéndome de la década pasada y estrenando el primer año de una nueva.
Vuelvo a ese territorio cuya naturaleza ha cambiado radicalmente.
Vuelvo para hacer lo mismo de siempre: escribir.
Crear otra cosa.
La misma cosa.

Un saludo para todos los que me conocen.
archivado en: que diez años no es nada...