29.7.04

ISP (Intensificando Sensaciones Pedorras, XXIX)

El amor es una ensaimada desconocida

Dame tu dulce membrillo, corazón
La Bersuit


Poesía hecha sin lenguajes certeros que asesta sus agujas hacia el centro del nervio ciático, con montones de deseos que chorrean cada una de las estrofas.

El amor cruza la avenida sin mirar hacia ambos lados y hay costeras que tienen el tanque de combustible lo suficientemente dulce como para parar a tiempo y alejarte (por un rato)
Es como comer cubanitos y saber que el mordisco que te corresponde es el marcado por el límite entre el café y los dedos.

Hay dolores que no se quieren recordar y momentos que jamás existieron. Es el amor el único capaz de lograr que eso sea cierto.

Esperas en salas de esperas y una sonrisa de alivio, seguir tus mismos pasos por Av. Corrientes, recorrer un cine con vagones que nos venden animales retorcidos como los huesos (mis huesos) en tu mano.

Palabras que te eligen, que siguen eligiendo está especie de mareo, esta borrachera alegre de Cindor, este vértigo del verbo repartido en mil fragmentos que se atraen en busca de estribillos que reafirmen la única ley física entendible: la de tu lengua lamiendo esta desorientada primavera que se queda.