12.8.03

La edad de la inocencia

Juro que hice lo imposible para convencerla de que no lo hiciera.
Pero no, la minita se emperró y ya sabemos cómo es cuando se le meten basuritas entre sus jóvenes y descarriadas neuronas.
Lo cierto que la Ratita ya tiene blog, nueva excusa para no estudiar y seguir perdiendo, esa dulce juventud que dios le dio, en otra pavada más.
En fin, pido paciencia y que todos los santos se apiaden de nuestras almas.