Los huevos de Pascual
Lo primero es lo primero. Los moldes para hacer huevos.
Son con forma de medios huevos.
Lo segundo es lo segundo: chocolate que hay que derretir a baño María. Se coloca en el molde una capa no muy fina para que no se rompa. Cuando se endurece se le ponen cositas adentro que pueden ser: confites, tickets aereos, títulos de propiedad, semillas de naranja, autitos de colección, teletubies, armas de destrucción masiva, templos aztecas, animales vivos (en este caso, los pollitos son recomendables. No olvidar hacer un agujerito para que puedan respirar y también darle de comer maiz o mijo, pero no mucho porque crecen rápido y te explotan el huevo), también pueden ser tortugas y usarse la caparazón como decoración.
En fin, cualquier cosa que sea una sorpresa.
Lo tercero es lo tercero: se pega con chocolate una mitad con la otra.
Lo cuarto es lo cuarto: Se decora con glacé de azúcar. Pueden hacerse florcitas, pajaritos, cisnes, unicornios, leviatanes, chanchos voladores, gestos obscenos, gemúes, arabescos, cotiledones, etc.
Lo quinto es lo quinto: Se envuelve en papel celofán o en bolsas de Carrefour con motivos alusivos.
Por último: Se elige a los damnificados y se procede al acto de ofrenda. Se sale corriendo lo más rápido que se pueda, intentando no ser blanco de los huevazos.
