30.3.08

Tutiplén para acidular el cosmos

Alexander Fleming hace investigaciones dentro de mi heladera

Entonces trazo una línea imaginaria entre el antes y el después y dibujo el ahora, cuando es momento de echar al basurero los átomos de estafilococos y las taras mentales de la rabia que caben en un puño perteneciente a un cuadro de Carpani de la época en que la palabra acción tenía significado. El ahora, un lienzo quieto, detenido en el tiempo, detrás de la línea, allá lejos. Ahora, justo ahora que perdimos la oportunidad de colapsar los bandos miserables, justo ahora que el abuso de desidia es el mal menor.


Reglamento del programa a disposición en todas nuestras sucursales

Inaprensibles como la angustia y los piojos caminamos por la vida con dos geometrías diferentes: la euclidiana y la no euclidiana. Existen otros tipos, sin embargo por capricho, fatalidad, sinrazón o bipolaridad elegimos estas dos.
El problema no radica en los elementos o el no decidir que hacer con la línea recta, sino en los volúmenes que ocupa cada variante.
Digamos que es una cuestión de espacio —y aquí tenemos una clave importante—, ¿qué tanto espacio queremos abarcar? Si trece volúmenes o todo lo contrario, siendo que las cosas que coinciden una con otra son iguales entre sí.
Por este tipo de razonamientos es que me gusta la sangre griega.

Ahora bien. ¿Hablábamos de espacio o hablábamos despacio? Este cuestionamiento tiene una estrecha relación con lo anterior y es posible sea una excelente línea de investigación para FLACSO, incluso mucho más que espiar por la mirilla del baño o encuestar al personal doméstico de un country —doméstico suena a esclavo, sin embargo estamos atados a lo doméstico: mascotas, tareas, etc.—

1. ¿Qué vino prefiere?
a. Luiggi Bosca
b. Crespi dulce

Y preguntas por el estilo...
Por este tipo de paradojas es que considero imprescindible el conocimiento de las matemáticas.

Espacio y cantidades. Lo queremos todo porque el todo es mayor que la parte. Y segundas partes nunca fueron buenas.
Inaprensibles vamos ocupando y cuando logramos todo el espacio que somos capaces de abarcar hasta el máximo del esfuerzo (exceso) tenemos que defenderlo y la gente alrededor es una amenaza y a las amenazas hay que aniquilarlas.
Por ese tipo de conceptos es que creo que, en esta instancia, las palabras no sirven para nada.


Lulaby

Recién nacido. Me gustaría escribirle una canción de cuna que hablara de lo que queda de las ilusiones una vez concretadas. Contarle que es mi hijo bobo, pero lo mismo lo amo.
Finalmente no sé quién es el padre. Es que fueron muchos. Pero ahora y para siempre soy madre soltera. Es tan mío que puedo compartirlo sin ningún remordimiento.


Catalasa y Coagulasa

Por el cautivante intento de ver que hay detrás del horizonte es que hemos perdido consciencia de horizonte.
Como bobos en la penumbra de lo vano, aumentamos las dioptrías, compramos telescopios Maksutov-Cassegrain, imaginamos que atrás hay un arcoiris y Dorita canta ahuyentando brujas y tornados. Sin embargo lo que moja es mar y esa línea tan difusa y misteriosa inabordable no es más que un estorbo o una excusa disfrazada de muro amnésico e inútil.


In memoriam Lucky Dragon

Gasté tantos cuadernos en él que pienso que mi amor ha contribuido en gran medida a la tala indiscriminada de árboles.


Quiero que Bergoglio me lave las patas

Tema aparte es el de algunos que hablan en lenguas muertas. Sólo han terminado la primaria e hicieron un curso de mecanografía —los menos—, sin embargo una mañana despiertan hablando en arameo, latín y euskera. Les hacen análisis de orina y sangre y finalmente descubren, mediante rayos ultrabluetoot y ápices invertidos, que nada más están poseídos por demonios binaurales.
Entonces viene Palau y lo soluciona todo en un plis plas. Bombardea México DF y Estocolmo y reparte entre los fieles teléfonos celulares a prueba de agnósticos y cacas.
Y la verdad es que así, da gusto vivir.

archivado en: Alberto no es un motobombeador confiable