La cara deforme, así la siento.
Como la de un boxeador que perdió por
nocaut
o como la de un muñeco de cera derretido
por el sol.
Seguramente lo de la cara deforme es una
ilusión, le dice un tipo a la protagonista, a lo cual ella responde que puede
ser que sí como puede ser que no.
Y el tipo se va
Estribillo:
Mi mamá me arma
Mi mamá me arma.
El cuerpo se mueve baila los ojos
cerrados.
Hay mariposas rojo en el centro hasta el
amarillo.
Y una lucecita
que rebota por el piso el techo de tu
cuerpo por dentro.
Los obstinados somos insistentes y
tenaces, le dice un tipo a la protagonista, a lo cual ella responde que puede
ser que sí como puede ser que no.
Y el tipo se va.
Estribillo.
Cada uno lleva su propia abejita que se
pierde en las nubes. Algunas veces cerramos los ojos y la vemos volar, nítida
ella, nítidas las nubes.
Somos los auténticos reincidentes los
originales con estampita de la aduana.
Repetimos
tercos, obstinados.
Repetimos
tercos, obstinados.
La burra al trigo.
La burra al trigo.
Me ovidé
El vaso de coca cola en la cocina.
Cuando vuelva
Cuando vuelva
habré olvidado esto.
Y haré otra cosa.
Y de a poco se va saliendo, le dice un
tipo a la protagonista, a lo cual ella responde que puede ser que sí como puede
ser que no.
Y el tipo se va.
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