10.4.11

La cosa esta de la pachamama y sus enseñanzas de la concha de su idem

Hace un par de meses sembré tomates, rúcula, ajíes, perejil, lechuga, flores varias y seis autoflorecientes.

Después, el patio se me volvió a llenar de tristeza en forma de hongos, ladrones, plagas (y un conglomerado de abandonos).
Y nada germinó.
Y empezó a morirse lo que había quedado.

Hoy pasé casi todo el día limpiando mis dos jardines. En el interior hubo una baja importante. Las tres que quedaron parecen contentas. Les di comida y tierra nueva y creo que les gustó, pero no me quiero hacer ilusión.
A las dos Juanxxx Herer las puse en macetas grandes y les armé la tierra más apetitosa que pudieron soñar. Llena de lombrices. Ahora tienen que prepararse para florecer (la tercera tiene que ser la vencida).

Los que sobrevivieron afuera y premié con mis cuidados intensivos y amorosos son el rosal, casi todos los cactus, el cedrón, el burrito, unos crisantemos, las alegrías del hogar, el romero, la albahaca, la menta, el orégano.

Y la sorpresa, la gran sorpresa fue lo nuevo, lo que nació guacho, lo que me trajo la suerte: montones de plantas de tabaco, dos girasoles, amapolas rezagadas, y (ahora sí) ¡un zapallo!

Y todo esto mismo me pasa en casi todas las demás cosas.
Así que ¡figurate, lo ques mi vida, Juan Carlos!




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