Un día como hoy, hace un año, mi vida era el comienzo de otra prolongada etapa de confusión mental.
Y hoy, cuando el estado de confusión mental sigue igual o empeoró, la diferencia, la gran diferencia, es que Hernán no está.
Entonces, nada de esto, lo que ayudaba: los blogs, el que te leía, a quien leías, la compañía, los amigos, esa cosa de cotideaneidad que había, tiene ya importancia porque gran parte de esa magia (convocador de causas inútiles) se la llevó él.
Un día como hoy, hace un año.
El resto sigue acá
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