24.9.07

Tutiplén artificial y vitamínico


Gabo-Felicidad vitamina

El nervio cortado de la alegría se suelda con vitaminas

Escuchaba algo que en mi cabeza sonaba dulce, como el humo del palo santo de afuera de la bolsa. Escuchaba y pensaba que era la expresión equivalente a nuestros Vivencia y Sui Géneris. Los ideales, la ingenuidad, la angustia y la esperanza adolescente difieren de la nuestra sólo un poco. Ahora vienen en frasco minimalista y psicoanalizado. Ahora hay una gran variedad de químicos, anestésicos, evasores, invasores, depresores del snc, pero la bronca es la misma.
No hay música ni droga que diluyan el dolor de la existencia.
Escuchaba, lo miraba y me veía, nos veía tan puestos, tan repuestos.


Ramos completos con flores cargadas. Flores de un solo pétalo: me quiere nada

El infierno aquí es bastante soportable: le robo versos a un leproso que destila seriedad mal entendida, diseños duelos a medida y también al’uso nostro.
En la mesa hay un cementerio de caricias que murieron por no recordar calores de las pieles, por no animarse a ver el tejido del mañana creyendo tarde, sabiendo tarde, inexorable tarde, que lo mejor es echarse a esperar que las guirnaldas lluevan solas.


Una imagen tuya conmigo fuera de plano

Desentierro lo que queda en los renglones y te sacudo los residuos arrogantes que son como el vapor de los asfaltos cuando súbitamente sale el sol y está llovido.
Es leve el agitarse del cadalso y entonces el aire sabe a calma en la huevona ignorancia de quién nunca vio que los ángeles nos mienten igualito que los monstruos, que nada es absoluto, excepto el miedo.
Me inquieta que al caer la tarde los deseos comiencen el arrítmico pendular entre una miseria y otra y las ganas sean homicidas de pasos que van a alguna parte.
Y no te encuentre.
O no me veas.


En tus libretas viejas que confinan tu historia

Como cucaracha esperando los primeros calores, sin motivación, cansada.
Ausente.
No me asustan las sombras de los que amé.
Lo que permanece es como un paraguas que me salva por su inutilidad.
Lo que subsiste es un proyecto de sol que no se atreve a brillar completamente.
No me asustan las sombras pero temo al olvido y por eso, anoto todo.


Violento de tan suave

Formas etéreas como azúcar impalpable me muerden el centro de lo que siempre falta. La mente es una arena movediza que invoca una mirada.
Lejana.


Palabras apretadas en papeles, perfumadas en cartas

no solo dientes blancos en un frasco ni mujer tejiendo ni insomnio ni viento, es también lejos y brisa suave que no tiene nada más que conectar hacia el vacío.
tu hora no sé cual, la mía es mucha larga y a sólo tres de cerrar los ojos, sumergir el espacio de la desnudez.

parece que hace tanto, sin embargo todo fue ayer, hace años, hace un rato.

no he salido.
jamás entro a ningún lado. entiendo tanto que me esfuerzo por sentir ese ambiente tuyo irrespirable parecido al que todo lo habitaba, a la alegría contaminada por humos y apatías.

dejó de llover y nada extraño.


A un tren y un colectivo de mi cama

Mi cuerpo se come los ojos del futuro, adora a las calas silvestres y huele gotas que anuncian tormentas mientras duermen palabras que se fueron.
Mi cuerpo se muere a carcajadas esporádicas, baila y se incinera en los espejos, huye de alquimias y retóricas, acelera el paso cuando no te alcanza.


Por adelante y por atrás subo a la superficie a respirar

Hay que salir y que la vida nos resulte entretenida. Hay que tener en claro que los huecos no se llenan, que en la vida los huecos seguirán estando porque es ella la que los produce.
Y que se regeneran los muy hijos de puta.

archivado en: los cuarenta principales