17.1.07

Recuerdos de Mar del Marolio III

día 11

...

día 12

Me despierto a las tres de la tarde e intento sacar algún tipo de conclusión respecto a los sucesos acaecidos el día anterior. Como me resulta imposible, duermo media hora más.
Desayuno una merienda que consiste en dos cachos pizza de ayer y pepsi light, mientras espero alguna señal de vida inteligente.
No hay vida inteligente en Mar del Marolio y el día transcurre por los cauces establecidos. Todavía no tomé sol y supongo que no lo haré nunca.

¡Buenas noticias!
Estaba en mi periplo caminante cuando un señor me dice desde un auto: -¿Vas al shopping ferial?
Se trata de E., un señor muy amable, educado y simpático con el que me he cruzado un par de veces.
O sea, ahora voy y vuelvo en auto. Se acabó la tortura 30 cuadras, 45 kilos.

Además es separado.

día 13

La vida en Mar del Marolio se reduce a:

-caminar
-arrodetar
-dormir
-caminar
-fumar
-arrodetar
-tomar helado
-caminar
-barrer arena
-caminar
-combatir hormigas
-caminar
-arrodetar
-leer
-caminar

día 14

Son las ocho en punto. Hora de levantarse.
..........
Son las ocho en punto. Hora de levantarse.
..........
Son las ocho en punto. Hora de levantarse...

Barbeta me está esperando en la 56 y 4. Hacía más de un año que no nos veíamos y tiene el pelo más largo. Está flaco y lindo como siempre. Sólo que ya no tiene barba. Dios mío.
-Tendré que llamarte por tu nombre?
-No, prefiero ser el Barbeta de siempre.

"Siempre" me remite a tantísimos años, a muchos momentos compartidos. Sos mi barbeta de "siempre", claro.

Desayunamos en el sitio de "siempre" que sigue "siempre" ahí, "siempre" igual. Las mediaslunas son las mejores de Mar del Marolio, la atención "siempre" pésima.
Nos ponemos al día de más de un año de aventuras mutuas sin par durante unos veinte minutos y vamos a caminar por la playa. Como "siempre".
Adoro a este chico, aunque "siempre" esté apurado, aunque "siempre" tenga que irse, aunque "siempre" desaparezca por largas temporadas. Adoro a este chico y "siempre" lo voy a adorar.
Promete venir la semana próxima y llevarme a pasear a Gesell.
Yo sé que eso no va a suceder.
Pero no me importa.

día 15

Gran asado gran en casa. Montones de frickis reunidos alrededor de la parrilla y un número imposible de contar de bebidas alcohólicas de diversa índole.
Me siento rara con mi vaso de pepsi max. Rara y envidiosa. Rara y orgullosa. Rara y arrogante. Rara y rara.

Para no tener que presenciar el show del divague me voy a caminar un rato. Me quedan dos horas libres antes de ir a laburar.
Mi novio barman me manda mensajitos muy cariñosos y promete venir a visitarme porque me extraña.
Yo sé que eso no va a suceder.
Pero no me importa.

día 16

Quiero volver a casa.
Extraño a Z., a mi computadora, mi cama, mi lagartija de luz, mi aburrimiento, mi música.
Extraño a Z. que en este momento está en una colonia de vacaciones para perros. Lo imagino libre y feliz, corriendo con sus nuevos amiguitos y me dan ganas de llorar.
Extraño a Z.
Extraño mi música.
Tengo que contestar montones de mails. No tengo tiempo, no tengo ganas, no tengo crédito.
Extraño a Z.
Quiero volver a casa pero es demasiado temprano.

archivado en: métodos abreviados y mimetismo social