Si no contesto mails, si no hablo por teléfono, si no acepto invitaciones, si no hago propuestas deshonestas o de las otras, no es porque no sea mi intención complacer al mundo, sino porque me veo seriamente imposibilitada por varios hechos concatenados de los que no haré mención detallada porque:
1) es cansado
2) es caro
3) pero el mejor
archivado en: de aquí, de allá y de mi abuela también