30.8.06

Tutiplén almodovariano que te cagas

Nuestro amor es tan grande y tan grande que nunca termina

Notable incremento de consumo de tabaco, proporcional al aumento del mismo.


No la quiero para nada, para nada me sirve sin tí

Sueño que sueño. Sueño con virtualidades. Diferentes planos de insustancia. La vida real, la vida virtual, la vida de los sueños. Sueño en escalas cibernéticas, ergo, no existo. Soy un ente irreal. Pero estoy. Me veo. Si me corto un dedo sangra, si el 86 tarda, hace frío
Sueño pelotudeces de este tipo.


Vive feliz en tu mundo de ilusiones

No recuerdo haber roto algún espejo en los últimos siete años, sin embargo la desgracia.
Lo más cercano al príncipe que rompe el maleficio fue el jardinero que me salvó de la canilla que pateaba luz y también aniquiló las velas de colores con su cortadora de césped.
Pero no son las velas, ni el budú loco de ella y de su suegra, tampoco los malos deseos pibotantes, mucho menos un trabajo de música aburrida.
Es ley compensatoria, pago cuotas de préstamo a largo plazo.
Y exijo una condonación de deuda. Ya.


Quiero ver a qué sabe tu olvido

Uno no puede asomarse desde el Linux, en cambio, por el Window, si sacás la cabeza corrés el riesgo de que te cague una paloma y eso no es nada agradable.


Échame en lo sojo un puñao de arena

El vicio de hacer que se sientan dioses, ¿será un mal vicio?
Parece que sí.
No puedo ser de otra manera. No me sale nada más que amor, aunque odie con ganas, intensamente, aunque odie con todo el corazón.


Nada me han enseñado los años

Leyendo pasado me agarré la cara, traté de contener, me agarré los ojos, traté de contener. Pero el estómago es el que manda. Las lágrimas salen del estómago.


Et le temps perdu

Cuando fuiste perfecto eras, verdaderamente perfecto. La perfección, entre seres humanos, no existe... no eras ser humano, eras una bella creación de mi mente.
Y yo amo a todas, a cada una de mis creaciones.


Lo dudo, lo dudo, lo dudo

Yo quiero ser una chica Almodóvar. Si es posible, Penélope Cruz, con esos ojos, esas tetas, todo eso. Yo quiero ser...


No mardigas, paia, que ejtamo en pá

Cerrás la puerta y decís que afuera hace un frío de recagarse.
No nos importa. Acá estamos calentitos los tres, los cinco, calentitos y tranquilos. Todo lo que pasa afuera no es de nuestra incumbencia.
Todo lo que pasa afuera no existe.


El fuerte latido del adios del corazón que se va sin saber a dónde irá

Hablábamos mogollón cosas y no decíamos nada. Lo único que yo quería saber era si solamente el amor nos hace bellas, si sólo somos el reflejo de quién te adora, sea como sea que seas, como sea que estés.
Hablamos mogollón cosas y sigo sin saber.


Recordarás el sabor de mis besos

Si al menos pudiera recordar una sola de todas las historias que me conté anoche, tal vez sería un buen momento para escribir.
Pero no lo es.