28.10.05

Leve perfume evanescente

(dedicado a la ratita Q.E.P.D.)


El perro me comió diez pesos.
He perdido bastante más que eso en la vida
(que me alcanza)
pero no me quejo
Igual lo cagué a trompadas
y ahora, por un rato, parece respetarme.

Eso no se le hace a nadie.
Mucho menos a la ama,
a la líder de la tribu, a la madre.

A la madre, por más que sea la peste
hay que quererla y honrarla, en su día y en los otros.
Todo el año es navidad.
Porque sin ella no estaríamos acá,
como bobos agazapados entre tinieblas.

Diez pesos: menos de dos paquetes de puchos,
más de cuatro paquetes, casi tres paquetes.
(dependiendo de la marca que uses).

Diez pesos: poco, mucho, nada,
según como venga la quincena,
según lo que dicte el almanaque
o el capricho del azar.

Leve perfume en la piel,
evanescente como la re mil putas.
Mañana tendré que comprar la pipeta antipulgas
Tiene las orejas llenas de cositos negros,
que seguro son caca de huevitos.

Ya no podremos dormir juntos, amor.
Aunque por un rato me respetes.
Soy alérgica a los bichos que caminan.
Todos ellos van a parar al asador.


archivado en: cuidado de mascotas y plantas, celeste carvallismo, evanescence, chubazcos y arataciones.

26.10.05

Buena música y mucho más...

Algunos días parecen hechos a la medida de mis necesidades.
Hoy no fue uno de ellos.

archivado en: aforrismos y pensamiento científico

23.10.05

Bukowski porteño bailando en Barracas

Pican pican los mosquitos. 
Los viajeros sólo desean llegar y partir de los puertos, nunca permanecer. 
Lleva más de veinte whiskys encima. ¿Qué iremos a escuchar de esa voz ebria? 
En los puertos la vida es una aburrida parodia. Hay pianistas, payasos y toda clase de inventos para entretener a los que viajan.
La bola de espejos gira y todos deseamos que sea nuestra. Todos imaginamos el despliegue de luces, el flash íntimo y personal. 
Al atardecer de los sueños, el marino siempre se asoma a esa mágica sensación de que la vida empieza al borde del abismo que separa los mundos.
Diagonales incomunicadas por lo ensordecedor de la música. Una voz débil, ilegible, una sonrisa que se respira suavemente. 
El mundo de los muertos que parecen vivir y el mundo de los vivos que simulan estar muertos. 
Va y viene por la sala, es como un Krusty viviente, nariz colorada ¿Qué iremos a escuchar de esa mente afiebrada?
La aventura es más allá, en el Mar del Nunca Jamás, donde Alguien nunca olvida que es Nadie. 
Coca-cola a cuatro mangos y hurto ingenuo de papitas. Las risas, esa risa contagiosa que ella regala convirtiendo a la alegría en un acto de fe. 
Todos los días nos vemos obligados a escoger entre ser el guerrero-pirata-loco-extraterrestre o ser el lame-mocos que sólo quiere casarse-escribir el libro-alquilar el dpto-comprar marihuana para llenar de escombros su vacío. 
La banda es monótona, pero cuando él sube al escenario logra climas casi matemáticos. Cuando él sube, camisa hawaiana, panza alcoholizada, dan ganas de tomar la mano de alguien y darle la paz. Como si todo se tratase de una gran misa pagana, donde el incienso es tabaco y dios es una gelatina asquerosa.
Es más cómodo viajar en silla de ruedas sobre la autopista de las emociones controladas. Es más cómodo que andar rengueando por caminos desconocidos. 
Por momentos uno de nosotros desaparece, se va con su cámara a cuestas, deja el grabador en la mesa. Por momentos parece japonés. Por momentos los ojos le brillan. Por momentos parece feliz.
Es más cómodo internarse en el asilo de las costumbres que seguir recorriendo nuestro miedo a la oscuridad. 
Pienso en él, en el que fue en otro tiempo, las palabras se convierten en un son que dice nunca, en una ausencia. Porque ese que fue en otro tiempo, está internado en la unidad coronaria del hospital de lo correcto. 
Brindo por mis invisibles amigos, los que saben que no saben, los que, deseando vivir, viven simplemente deseando.
Fotografía: Chinasky Texto en itálica: Enrique Symns
archivado en: tengo un billete de mil

21.10.05

Ficha técnica de Tom Cruise

Plim, plim, plim... como leviatán alado, como espuma de Elseve, la cabeza eternamente a vuelo de pajaro. Pajarona, pajarito, pajarraco, pajera. Un chutazo de adrenalina te lo pido porfa, cerebro baboso, babasónico, cerebro sai bava. Run run se fue pal Norte.
Abracito de cartón, ojitos tristes. Tranquila desesperación atenuada con agravantes.
Haya paz, haya amor, haya justicia. Taza, taza... Cagadura canina. ¡Qué fea costumbre Panchito, mi amor, mi vida, mi compañerito blanco, peludo, hinchapelotas, polar!. Chinga tu madre. Esperando que el sol se vaya. ¡Andate sol! ¡Juira sol! ¡Juira perro caluroso!. Busco un iglú lejano donde contigo muy sola estar. Tengo que baldear el patio. Tengo que regar las plantas. Me cebo unos mates y tiendo la cama. A ultranza. Es la vida que me alcanza, es la vida que me alcanza.


archivado en: celestecarvallismo, aspectos meteorológicos y tecnología.

20.10.05

Maga zulú

Yael dixit: dado que blogger no está ni ahí de cumplirme el deseo de habilitar las categorías para ordenar los post, a partir de hoy me lo concedo yo misma.

Yo también quiero una de esas, así que voy a hacer exactamente lo mismo. A partir de este momento Resacas contará con una justa y necesaria catalogación ordenativa que te cagas.

archivado en: robó, huyó y lo pescaron.

Algunas consideraciones generales acerca del tema que nos compete.

1. No solamente los sugus cofitados evolution y los que tienen gusto a goma de borrar. Nada es más asqueroso que los Fizz.
2. Si existe la interjección (¿contracción?) "del", ¿no debería existir la interjección (¿contracción?)"quel"?. ¿No sería todo muchísimo mejor?
3. ¿No era más lindo hace cosa de tres o cuatro años, cuando los blogs eran escritos por gente?
4. Enhorabuena y parabienes ¿no son palabras maravillosas?
5. Esta mañana escuché a D'argelos cantando: "soy hermoso, soy hermoso..." ¡Hay que tener valor!
6 ¿No es muchísimo más lindo leer textos como éste?
7. El Pity y el coro Kennedy. ¡Hay que tener huevos!
8. ¿Es éste un blog pro?
9. ¿Compete o sin pete?

archivado en: tema que nos compete

15.10.05

Tutiplén + soda + stereo

Tómate el tiempo en desmenuzarme.

Cachos de carne. Montones de cachos de carne. ¿Qué puedo llevarle esta vez? Es que no me come. Es que es un mañero. Es que está muy malacostumbrado. ¿Corazón? ¿A usted le parece? Me parece que es demasiado duro. No sé, me da impresión. Corazones duros. ¿Qué no, que es tiernito?
Bueno, deme medio kilo para probar.
Cuchilla Tramontina, eficaz, ¿Será que está bien afilada o de verdad será que es tiernito?
Siempre va a quedarme la duda.
Mientras tanto, a él parece gustarle. Come el potaje arroz-corazón (adiós corazón de arroz), con ganas, con placer.
Mientras tanto, a él (otro él) parece gustarle mi corazón. Comérselo crudo, en bandeja o en bolsita, como venga, así, a la que te criaste. Se lo come con ganas, con placer. Debe ser tiernito, supongo.

Aún tengo el sol para besar tu sombra

Y pasó tanta, pero tanta agua debajo del puente.
¿Qué hacemos?
No pensar. No tenemos que pensar.
Adoro los antidepresivos. Felicidad en pastillas. El invento del siglo.


De las historias pasadas (no vuelvas sin razón)

Al menos, momentos antes de morir, si es que mi mente tiene la lucidez suficiente, sabré que no me perdí de lo más importante: tus ojos cuando me veían así, cuando todavía, a pesar de... me ven así.

Ya pagué por quebrar la calma.

El sol brilla, los pájaros cantan y yo espero a la primavera como quien espera un milagro.
Escribo poemas, cocino tartas y espero a la sangre como nene a Papá Noel.
Luciérnaga curiosa, consuelo de tontos, hormonas cansadas.
Todo resplandece y se reblandece.
Amigo destornillador ¿Dónde te has metido?. Necesito liberar esta tensión cervical.
Una ducha de coca-cola.
Matapiojos.
Espero los buenos días, los llamados clandestinos, como quién espera el último examen.


El eclipse no fue parcial y cegó nuestras miradas. (No hay nada mejor que casa)

Reja nueva, perrito al que tuve en mis brazos tan pero tan poquito, perrito que elegí entre una cachorrita famélica y él, perrito que, de haber sabido no volvería a ver jamás, ni se me hubiese ocurrido parir. Perrito que yo parí en mi fantasiosa forma de creer en plastilinas de colores que hacen casas, cosas, camas, nubecitas y sierras lejanas para dos.
Perrito: tal vez único acceso al cuchitril de tu vida, al edificio que amasaste cuando creías que uno podía salirse de la naturaleza errante, errada. Fotos borrosas de cámara telefónica. Deseo. El deseo de haber sido parte de esa naricita aguileña, de esos ojos de cocker tan iguales a los tuyos, de esas historias magníficas, de esa imaginación tan parecida a tu mente cuando es algo hermoso: un pequeño compendio genético que dice que algunas cosas te salieron bien y no tenés de qué quejarte.

Fui tan dócil como un guante, tan sincero como pude

Sé que estás ahí. Te ví. Ví que estabas ahí. Sabés que estoy aquí. Me ves, me presentís y lo único que se me ocurre pensar en que los dos somos tan pelotudos, tan injustos, estamos tan equivocados cuando rifamos la vida, despreciando la felicidad como si no fuese el mayor de los bienes.

Los vestigios de una hoguera

¿Cuántas horas que juntas harán cuántos días, meses, años nos encontramos en un momento como este?. ¿Un cuarto de vida?. ¿Cuántas?. ¿Cuánto tiempo?. ¿Y para qué?.
¿Últimos coletazos? Tu piel no puede mentir. La mía tampoco. Nuestras pieles son exactas. No hay nada más bello en esta vida de mierda que tu piel y la mía cuando se juntan y están solas, las dos, hablando de sus cosas. Hablando cosas de pieles.
Dejémoslas hacer. Que no haya interferencias. Ellas son las únicas que saben que decir, cuando hay algo que decir.

No le enviaré cenizas de rosas

Sin embargo, ya ves...

No morirá lo que debe sobrevivir a una terapia de amor intensiva.

Y queda ese pelín de ilusión. No hay demasiado por decir. Algún día, cuando los grandes científicos encuentren la cura a estos males, algún día, tal vez podamos sacarnos las arrugas que nos dejaron, las marcas de la bronca, la huella del monstruo que se deglutió todos los intentos loables, ese breve e inimaginable sentido que quisimos darle a la oportunidad que dejamos escapar todavía sin saber por qué.

Cada lágrima de hambre, el más puro néctar

Cuando me hacés el amor y lloro, en general no es por angustia, es porque mi amor es tan enorme que no hay fluido que alcance para expresarlo.

No quiero soñar mil veces las mismas cosas

Sucesos que se desarrollaban en diferentes celdas de una página web muy colorida. Una de ellas, recuerdo, era naranja. De todos modos, por más que me esfuerzo, no puedo acordarme de nada de lo que pasaba ni en ésa ni en ninguna de las demás. Capaz es mejor. ¿Para qué recordar sueños si los sueños son sólo un deseo demente e imposible?

Zona de promesas (feliz día a todas mis amigas mamás)

Mamá sabe bien
perdí una batalla.
Quiero regresar
sólo a besarla.

No esta mal
ser mi dueño otra vez,
ni temer que el río sangre y calme
al contarle mis plegarias

Tarda en llegar
y al final, al final,
hay recompensa

Mamá sabe bien.
Pequeña princesa:
cuando regresé
todo quemaba

No esta mal
sumergirme otra vez,
ni temer que el río sangre y calme.
Sé bucear en silencio.

Tarda en llegar
y al final, al final,
hay recompensa
en la zona de promesas.

archivado en: tutiplenes musicales

13.10.05

Quilotoa

Este cuadro lo pinté cuando regresé de uno de los lugares más mágicos del mundo. Es un volcán que se llama Quilotoa, queda en Quito y en su cráter se formó una laguna natural que tiene aguas color verde esmeralda.
También escribí un poema donde hablaba de la gente del lugar y toda esa belleza, pero no lo encuentro así que mejor, porque, seguramente, el poema iba a arruinar al cuadro, al recuerdo y al arte contemporáneo en general.



archivado en: plastipinturitas

7.10.05

Estereotipos

¿No es el grito
la medida del abismo?
Por eso grito
siempre que ...
sobre tu vida
tan loca y errada
-¡Qué grito inútil!
-¡Qué inmensa nada!


Vinicius de Moraes



Enumera una serie de situaciones nefastas y, ante cada una, pregunta-afirma: -no queremos esto, ¿verdad?.
Negamos con la cabeza. Lo decimos como para memorizarlo. No queremos esto.
Ves tu vida como si se tratara de la vida de otro, de un film clase B, de un manojo de fotografías donde hay gente que ya no recordabas, ves tu vida como si leyeras antiguos archivos de algún blog perdido en la maraña actual, tan llena de lucecitas débiles como los primeros brotes del árbol que se resistió con valor a la brutal poda del otoño. No queremos esto. No, no lo queremos.
Parece todo tan claro, lo ves allí, sobre la mesa, en los estantes de esa pequeña biblioteca, en las paredes, en el piso, en el reflejo de esos ojos que preguntan-afirman: -no queremos eso, ¿verdad?. No, no queremos.
Te esforzás en recordar datos puntuales y absolutamente prescindibles. Le decís que no recordás el nombre de esa perra que meaba el parquet. -¿Para qué querés saberlo?.
-pregunta. -Es que no quiero que se me borren los recuerdos -le decís, te decís, nos decimos: no es eso lo que queremos, ¿verdad?. Los recuerdos. No queremos que se borren.
Nos cuenta una de sus anécdotas, las ganas de mear, el jardín, el riego de aspersión. -Es que somos muy estereotipados -dice. Causa gracia, ternura, causa sentimientos que de tan fraternos debieran fundar una hermandad de perdedores terminales. No queremos eso. No lo queremos. Es tan simple. Son las cosas de la vida. Es lo que hay. No lo queremos. Lo que hay. No lo queremos, ¿verdad?

6.10.05

De paso cañazo

Esta es la lista de cosas que necesito:

- Horno a microondas.
- Cámara digital.
- Pentium 4 o similar.
- Impresora láser.
- Adiestrador de perro con problemas de conducta.
- Señora, señorita o señor que limpie.
- Albañil.
- Chapista.

Así que, si alguno me quiere comprar el voto, ya saben.