24.11.05

El sentimiento espiralado y la tormenta que no llovió

Y si vos te vas me siento tan poca cosa,
pero cuando estás me pierdo en esa oscura nebulosa

La Bersuit


Cuenta la leyenda que, hace cosa de unos años (más o menos) existió un lagarto al que habían confundido con un hamster, lo metieron en una pecera de cristal que dentro de ella tenía una ruedita y un colchón de afrecho, para luego abandonarlo a su suerte. Aburrido, se subió a la rueda y comenzó a girar cada vez con más velocidad.
Posteriormente
el lagarto
murió de un infarto.
Del lagarto su suerte
fue la muerte.

Y entonces comenzaron a caer montones de hormigas voladoras sobre mí.
Eran enormes. Más tarde me explicaron que eran hormigas reinas. No sabía que a las hormigas que ponen los huevos las llaman reinas como a las abejas, las abispas y las de la vendimia, pero igual la persona que me lo explicó es un albañil que no me resulta demasiado confiable. No por menospreciarlo, ni porque sea albañil, sino porque dice muchas cosas al pedo. Y algunas veces también en pedo, aunque no era hoy el caso.
Por suerte cuando salí corriendo como loca quitándome las hormigas de encima, M. (a quién llamaré por su inicial para preservar su identidad y demostrar que he perfeccionado mi oficio bloguer a lo largo de estos años) estaba en la puerta de su casa ensimismado en vaya a saber que pensamiento acerca de cerecitas y ladrillos huecos, o tal vez en alguna otra cosa de carácter privado o, ¿por qué no comunitario?.
Por cierto, lo que venía contando es que crucé desesperada y le dije:
- M., por favor ayudame, tengo un problema -y él me contestó
- ¿Qué te pasa? -pregunta a la que yo respondí:
- Me atacan las hormigas.
Así fué como munido de su máquina de flit se acercó a mi hogar y entró a meter veneno en el techo, en los zócalos, veneno, kiko veneno, no se puede vivir con tanto veneno, veneno del bueno
veneno siempre es veneno
casi no hay malo ni bueno,
me pregunto ¿existe el freno?
no importa si hay veneno
veneno gracias por el dolor
gracias por el placer
por hacerme sentir un esclavo
cristo que eligió su propio clavo.
veneno, veneno
mi cruz, veneno.

Pasé el resto del día barriendo hormigas y aún, a estas horas tan inoportunas, siguen cayendo los cadáveres del techo.
Miro el techo
y en el techo no hay nada, hay solamente un techo.

No recuerdo en que contexto ni a título de qué cosa, pero hoy dije algo muy importante. Es más, se lo dije a H. (a quién llamaré por la letra inicial por las cuestiones anteriormente mencionadas)
Tenía que ver con algo así como que todos los seres humanos debieran ser cristianos, o tener valores y moral cristianas. Después pensé que nada más los hombres debieran, que a las mujeres no nos hace falta porque tenemos otras cosas como cosméticos, depilación con cera y el método Pilates.
Igualmente ahora no estoy tan segura de que haya sido una gran idea. Pero, ¿quién sabe?
El domingo, en lugar de ir a la cancha, los hombres irían a misa a pedir perdón o a llorar... a la iglesia.
Y no me sé ninguna de Enrique Iglesias porque sino se las cantaba.
Pero sí me sé alguna de Julio Iglesias:
Abrazame, y no me digas nada, sólo abrázame
me basta tu mirada para comprender que tu te irás...

H. me sugirió que pelara a Z. (que es mi perro, pero me referiré a él por su letra inicial para preservar su intimidad y bla bla bla...) Entonces me acordé de N.(otro
perro que tuve y ... ¿tengo que explicarlo de nuevo? ¿verdad que no?) al que un día pelamos y estuvo metido debajo de la cama como dos o tres días. No quería que nadie lo viera, se sentía muy avergonzado y era lógico: ¡Estaba desnudo!.
Así que Z. tendrá que soportar este verano como cualquier perro cristiano.
Prometo manguerearlo y armale charquitos en el patio para que se moje la panza, dejarlo jugar con el agua del bidet e, incluso, si él fuese capaz de pedírmelo, o hacer algún tipo de maniobra que exprese su deseo, comprarle un ventilador para su uso personal.
Pero me parece que el vientito le molesta. Y la verdad es que a mí también.
Es hinchapelotas el viento. El calor es hinchapelotas, el frío también y ni te cuento el aire acondicionado.

Hace algunos días en los que vengo agarrada a nube fantástica. Me siento como un barrilete de los buenos, de los caña y papel barrilete, no de esos de plástico que son una porquería inmunda y cuesta un montón hacerlos volar.
Por las dudas, sólo saldré si el servicio meteorológico me indica que las condiciones están dadas para que no suceda de sopetón lo más temible, y en lugar de barrilete termine convertida en papel maché.

Muy lindo todo. Que no se corte.

Los temas musicales que acompañan esta publicación pertenecen a (por orden de aparición) Bersuit Vergarabat, Shakira, Kiko Veneno (en forma no de canción sino más bien a título homenaje o mención especial), Andrés Calamaro, Moris, Enrique Iglesias (idem caso Kiko Veneno), Julio Iglesias

archivado en: zoología, excepciones a las reglas, protopelotudismo y ¿por quién doblan las campanas?