10.4.05

Homilía de elecciones

Nunca lo suficientemente ponderados feligreños míos:

Lo que para la Iglesia católica sería el Papa, para la nuestra, la iglesia de Nuestro Santísimos Jehocities, es el Caca.
Y justo está semana que estaban todos tan locos porque ya no había manera de mandarle faxes a dios, a nuestro Caca se le ocurrió pasar a mejor vida.
No es que se haya muerto, lo que sucedió es que choreó la guita del diezmo y se rajó a un Spa en una isla del Sur de Tristán Suárez, junto a dos feligreñas de nacionalidad peruana y canadiense, respectivamente.
O sea que quedamos acéfalos y tuvimos que juntarnos a elegir nuevo Caca.
El conciliábulo fue largo. Nos juntamos en una Chacra que nos prestó un primo del que chupa los cirios, cuya ubicación no podemos revelar porque no sabemos bien donde queda. Es que fuimos de noche.
Los criterios de selección fueron amplios:

-queríamos un Caca argentino porque eso nos iba dar ciertas seguridades a saber:
a) que se expandiría el uso y costumbre de la ingesta de mate a diversas latitudes, logrando que el país se convierta en líder económico mundial.
b) que seríamos campeones otra vez.
c) que nuestra iglesia, como institución y como chiringuito, antes de que cante un gallo, se iría a la concha de su madre.

- queríamos un Caca negro porque eso nos daría diversos beneficios que se detallan a continuación:
a) la certeza de que el blues, el soul, el rap, el hip-hop serían la música eclesiástica instituida
b) los niños sudafricanos, al morirse de hambre, irían al cielo derechito, sin necesidad de visa ni de mastercard.
c) los negros son pintorescos.

El problema es que no hay negros argentinos que reúnan las cualidades cacales. Lo más cercano que encontramos fue Maradona que, cualquier pelotudez que diga es tomada como palabra santa y además, como todos sabemos, es el único argentino a quién dios mismo le prestó su mano aquella vez. O sea que es bastante santo, dentro de todo.
Pero Maradona no quiso porque tenía contrato con Tinelli.

Es por eso que, después de una buena fumata de la mejor colombiana blanca, decidimos que nuestro Caca sería Carlos Araoz, un morochito bastante simpático, con estudios secundarios completos y buena dentadura.
Carlos vino a entregarnos unas docenas de empanadas que habíamos pedido y, de inmediato, supimos que él era el elegido por nuestro Santo Jehocities para todo lo referente a transmisión de datos, FTP y hosting.
Lo rebautizamos Juan Bautista Alberdi III porque así es más fashion y comenzará a ejercer su rol de Caca a partir de mañana las 7:30 hs.

El nuevo cacazgo será completamente revolucionario para nuestra iglesia. Se tomarán medidas importantísimas:

- Los gays podrán usar sungas (incluso en invierno)
- Las mujeres podrán prescindir del depilado y tomar ferné. Por el momento no hemos decidido si serán consideradas seres humanos, pero esa es una posibilidad que nos cabe.
- Los escritores se tendrán que dedicar a escribir, no a poner blogs contando que son escritores.
- Los periodistas deberán buscar métodos alternativos, como, por ejemplo, matarse.
- Volverá el comunismo, acompañado del silvestrismo, de manera que todos los ovillos de lana sean para el gato que los desoville.
- Venderemos las butacas, los templetes, los sudarios, los confesionarios, las imágenes craqueadas, los misales dorados a la hoja, los frontispicios y toda la arquitectura con sus accesorios de nuestros templos para que todas las personas del mundo puedan ir de viaje de egresados a Bariloche.

Como verán, hermanos míos, tuvimos una semana bastante ajetreada. Es por eso que hoy no hay misa.
Oren y vayan a tomar la leche.