1.3.05

Tutiplén de alto contenido filosófico y moral

Mientras decodifico los apuntes de una libreta meada por la gata...



El cyborg de Connecticut

Allí está la gracia.
Saber que todo cambia, que se puede pactar con el desorden, firmar contratos, acuerdos favorables a ambas partes. Para eso están los cambios. Si sos capaz de estar a la altura de tus deseos, seguramente logres ser parte, por una vez, de algo fantástico.

Si Evita viviera

A veces me pregunto qué es lo que me hace tan querible.
Y enseguida me respondo: - Es mi talismán druida y mi Techesco.
Después me voy a ver una peli de las de llorar.
Así compenso un poco.


Común y Silvestre

Te sentís tironeado.
Es lógico. Cada uno de tus brazos están prolongados por piolines que te obligan a vivir a ciento ochenta grados, que te impulsan a formar una cruz.
Aunque de Jesucristo lo único que tenés es una medallita, algunas veces sentís que sos el centro del universo: eso te molesta y, a la vez, te fascina.
Para todo hay una solución.
Flexioná ligeramente las rodillas y comenzá a balancear el cuerpo. La respiración profunda y diafragmática es vital en esta instancia. En un momento dado encontrarás la ubicación precisa de tu eje y es allí, justamente, en que debés hacer una fuerza exactamente igual con cada uno de tus brazos hacia tu centro.
El hilo se corta por lo más débil. Tal vez sea un sólo hilo, es posible que sean los dos.
Fijate que pasa y después me contás.

Promesas imprudentes

Hicimos demasiadas cosas. Hicimos una casa, hicimos hijos, hicimos un perro, una gata y un árbol. Vimos juntos la mayoría de las películas memorables. Películas que hoy recomendamos enfáticamente. Leimos los dos los mejores libros. Libros que hoy no podemos olvidar.
Estuvimos tan ocupados que al amor lo hicimos, yo acá, vos allá.

Y sin embargo vos te quedás abrazadita a esa copa sensual

No va el chabón y me viene a acusar a mí. Sí, a mí que transito la edad de la inocencia, a mí que soy incapaz de verle un pelo a un huevo, a mí que todas las mañanas barro el porsche y el alfa romeo como si fuesen livingrums. Me acusa de haber sancochado a su gavilán favorito.
Y yo trato de explicarle (hablando se entienden los seres humanos, es la diferencia que tenemos, por ejemplo con los demonios de tasmania o con los senkus), paso horas escribiéndole meils, hago gráficos, elaboro grullas de origami, practico tai chi chuanes, compro manuales y catálogos con planos de instalación eléctrica, dilucido, desenvaino fórmulas que aclaren, que, de una vez por todas, pongan la tapa ahí, en el lugar correspondiente: justo a la derecha del chifonié.
¿Sancochar gavilanes, yo? Eso jamás. Todos mis clientes saben que esta es una empresa seria, dedicada en exclusividad al desmalezamiento de soruyos.
Y lo hacemos con un 99% de estabilidad emocional.