29.11.04

Tutiplén de Ricota



¿Cuál es tu charter?

Buscando a mi niño interno encontré una billarda. No es que la hubiese usado yo alguna vez, sino (me parece) que perteneció a algún ser cuya existencia es anterior a la idea de mi nacimiento.
Son dos palitos de escoba algo afilados en los extremos. Con uno de ellos se golpea al otro, que es un poco más corto. Cuando la billarda salta se intenta batearla con el mismo palo y conseguir que llegue lo más lejos posible. Supongo que este juego será el antecedente más próximo a lo que hoy conocemos como softball. Y creo también que, si la billarda la hubiese encontrado en Estados Unidos, sería el origen del baseball.
De todos modos, nunca fui buena bateando. Sí lo fui batiendo, aunque jamás logré hacer una mayonesa.
Conozco niños que espían a través de las ventanas con el malicioso propósito de cortar mayonesas que abuelas preparan con amoroso cuidado.
A mi niño interno todavía no lo encuentro, pero supongo (una vez más) que es uno de ellos.


Una linda ranita de Concordia

Necesito un reconocimiento. En lo posible, que no sea póstumo.


Y te esnifo la cabeza (continuará)

Adelanto fábrica. Cuatro monitores. Nafta. Gastos Representación. Movimiento intestino. Máquinas. Placas. Nafta. Movimiento intestino. Movimiento intestino. Devolución movimiento intestino. Hub y cables. Devolución Hub y cables. Devolución Movimiento intestino. Adelanto Hub y cables. Devolución adelanto Hub y cables. Teclado. Cables. Extras. Deuda. Nafta. Movimiento intestino. Hub. Impresora. Nafta. Movimiento intestino. Violeta. Devolución Movimiento intestino.
Monte Grande es el comienzo.


De boca floja y temblor

No se da cuenta o todo lo contrario. A veces (la mayoría) dice más de lo recomendable. Información que debiera guardar celosa. El negocio es de los que se callan y tejen sus redes en las oscuridad. Ángel de la soledad y de la desolación.


Sos un tipo pan comido

Algunos momentos de inquietud. Madrugada y no llega. Otras madrugadas sin dormir observando con atención el movimiento tenue de sus fositas nasales echando humito. Definitivamente esto será así por siempre.
Uno quiere relajarse, pero es imposible. El Eva test es el contrato más irreversible.
En algunos momentos sólo me importa amarlo así, verlo dormir.


Nuestro packman no es de nadie

Se repite la cantinela dominguera. Eso que sube por la pared es un escorpión. Podría ser cualquier otra cosa: una araña, un equilibrista, un dibujo animado, un alpinista, un globo aeroestático.
Pero no.
Es un escorpión.


Su moscardón imaginario

Está tan sucio que no se puede ver nada. Se presenta el momento de la duda: si limpiarlo y descubrir que detrás hay, por ejemplo, un delfín resplandeciente o un ucraniano con acné.
O dejarlo así y no ver, seguir sin ver.


Sólo un buen gesto

Son inabarcables. Hay demasiado para decir.
Siempre.