18.11.04

New Age

Querido diario:

Venía caminando por la vereda de la Goodyear cuando me dí cuenta de que el entumecimiento había desaparecido.
Si tuviese conducta lo haría todas las mañana. Me refiero a caminar.
De vez en cuando, un desperfecto que te detiene por un rato las rutinas y tomamos como un hecho casi fatídico, puede llegar a ser motivo de grandes descubrimientos.
Uno reflexiona y se da cuenta de cosas que están mal, cosas que tienen la raiz podrida, cosas que se pueden mejorar o, incluso cambiar.
Durante las dieciocho cuadras que se hacen a diario, vistas desde otra perspectiva, recorridas al máximo, observando cada uno de los canteros y sus alegrías del hogar, cortando florcitas secas de lavanda, oliéndose los dedos, disfrutando del sol, cruzándose con las caminadoras y los corredores, las señoras con la compra, los nenes del colegio, uno se siente parte de la vida.
Por suerte dura poco.
El tiempo en que tarden en arreglarte el embrague.