12.10.04

Irene

Algunas veces pensaban que era de humo. Ella, sin embargo, prefería ser de niebla, envolver la vida en una espesura grisácea con reflejos de agua.
Mientras tanto nos llenábamos de lodo buscando diamantes enterrados, drogas confiscadas. Las uñas se nos ponían tan negras como el corazón de un pollo frito y nos manteníamos entretenidos intentado descifrar qué se ocultaba detrás de su mirada de águila lejana, tan lejana como los sueños que jamás se pueden tocar.
Entonces, ella alzaba su copa de bourbón y ensayaba una mueca parecida a una sonrisa, mientras toda la superficie de su piel lanzaba una estruendosa carcajada que era como un orgasmo intenso, procaz, revelador.

Feliz cumpleblog, preciosa.