7.7.04

Instrucciones para días nublados

¡Ah Señor!
Qué pesada es la carga y sin embargo,
qué efímeras las horas
cuando el dolor desaparece.

Never Seen



Desenredar la madeja del dolor
lentamente y con paciencia de araña.
Desatar cada uno de los nudos.
Jamás dar puntada sin hilo.
No mostrar el corazón desnudo.

Veinte veces decir en voz muy alta:
Ya no más, ya no andar a tientas.
Parar con la torpeza que los siglos
desandaron en todos los cariños.
Madrugar no, dios no te ayuda.

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Qué efimeros son todos los instantes
cuando en la sangre nada hierve
El dolor es una astilla de diamantes
que nos hiere cuando al fin desaparece.