7.5.04

Fábula del entripado o cuando los cauces se interpolan y no responden a sus mandos naturales

Por aquellos días la Comunidad de Vitacalcia se vió sorprendida por una peste desconocida.
Todos sus miembros se habían contagiado un estado de iracundia e intolerancia sin parangón y el flagelo se hacía imparable.
Venía uno y decía:
-"Nadie entiende el significado del concepto que he vertido".
De inmediato, su esposa, limpiaba el piso con un trapito y renegaba, con afirmaciones de este tipo:
-"Estoy harta de limpiar tu mugre".
Venía otro que se sentía súbitamente ofendido e insultaba al viento con frases así:
-"Son todos una manga de desgraciados, cretinos, hipócritas, peronistas y fuenteovejunos".
Venía otro que, sin sentirse ofendido, insultaban por las dudas y exclamaba a los gritos:
-"¡Es verdad, todos son unos pánfilos, cabezas de papa con ojitos, hijos de su chingada democracia, maurovialistas, crápulas juancastristas!".

La Comunidad VitaCalcia estaba fuera de control. Las autoridades decidieron poner orden y repartieron el siguiente panfleto:

"Estimados miembros de La Comunidad de VitaCalcia:

Dados los últimos acontecimientos nos hemos visto en la obligación de ponerle coto al clima de beligerancia e incordio que reina entre la población. Para ello hemos resuelto apercibirlos.
Todos los integrantes deben someterse a un tratamiento a base de Factor AG para contrarestar los efectos de los gases que se les suben por la escollera. Dejense de joder, pues si no lo hacen vamos a traer al cuco para que los coma."


Al poco tiempo la comunidad de VitaCalcia se curó. Todos comenzaron a respetarse, el amor reinó y nunca más hubo inconvenientes de ninguna calaña ni similares.

MORALEJA:
¿Qué culpa tiene el tomate que está tranquilo en la mata?