26.4.04

Moscas dulces

Quemándose se adentran en mis pulmones y mi conciencia.
Aroma de épocas en las que éramos menos tristes.
Esos días en que los ovillos de lanas bailaban en las vidrieras,
en que una Bic no era solamente una birome,
en que el humo era la excusa para ser frágiles y cursis.
Horas cómplices de vos y yo, sin poder parar de reír.
Un perfume dulzón me vuelve lentamente a mi historia anterior.
El de estas hojas encendidas, casi iguales a tus ojos colorados.