24.2.04

Formatear los cascos

Había una vez un técnico de televisores que una mañana salió a la vereda y encontró una torcaza desmayada. Como el hombre tenía un alma de una nobleza sin límites (y poco laburo), la llevó a su taller y mediante lámparas y secadores de pelo logró que el animalito se compusiese para, a las pocas horas, dejarlo en un árbol desde dónde remontó vuelo feliz.
A partir de aquel momento cerró su taller y puso una peluquería para pájaros. Ahora es coiffeur de aves y le va regio.