26.1.04

Informe de situación

En Buenos Aires hay arañas. Hay muchas más arañas que en cualquier otra parte del mundo. O me parece a mí, que anoche vi dos.
Mi megaemprendimiento como empresaria de la industria del laqueado a la cera de orejas fue todo un fracaso.
Asimismo no me siento totalmente abatida ya que la satisfacción del deber cumplido puede más que cualquier desasosiego que tuviese lugar en momentos aciagos como este.
Puedo decir que no fallé en nada. La culpa fue exclusivamente de la coyuntura que me hizo algunas maldades de las que no se perdonan.
Pero yo perdono. Mi alma es generosa. El sufrimiento me hace noble y me repulga.
Tengo nuevos proyectos, sueños, ilusiones y esperanza en un devenir un poco menos choto.
De momento me dedico a almacigar cosos de variados tipos. Tampoco es fácil dadas las condiciones meteorológicas que son así: como de caucho sólido, bastante agobiantes y engorrosas. Pero no me quejo. Yo nunca me quejo. Soporto con estoicismo cada una de las pruebas que dios, mi pastor me envía día a día, mes a mes, año tras año.
Soporto y obtengo algunos beneficios extra, exclusivos para socios.
Como por ejemplo:

1. Hay un Oba Sabatini que me mira.

Toma sol o hace que toma sol porque me mira cada una de las 27 veces en que paso a su lado esquivando baldosas que te pelan las patas, luciendo mi tanga con 'plumitas ahí'
Me mira. Me doy cuenta de que me mira porque sus gafas oscuras hacen un leve y casi imperceptible chisporroteo, además de un ligero temblor que observo en su cangurito plateado. Tal vez sea el atisbo de una erección. Tal vez simple picor. Pero me mira.

2. Ubicación geográfica

Me siento cómoda en el cielo raso de la algodonera. El amor es algo esplendoroso. Pero más copado es tomar agüita Ser con mi interlocutora que interlocuta toda la tarde. Es un día sumamente cinematográfico. Es posible que él no sea más que un mero fotograma. ¡Pero qué bueno está!

3. Polideportivo

Estoy rebosante. Nunca he sido tan feliz. Incluso cuando duermo o como cherrys me siento ideal.

4. Resumen Lerú

En Buenos Aires hay arañas. Juro que no van a arruinarme la vida.