30.9.03

Y la Academia, la Acadé...


Hace muchos años que dejó de interesarme el fútbol.
Exactamente desde que Racing ascendió (a mi me gustaban los partidos de la B, me iba con Luly, mi amiga devenida en tana, todos los sábados a la popular de Vélez), pero de todas maneras no dejo de tomar como algo 'personal' cada una de las veces en que el rival es Boca y no dejo también de desear, en lo más profundo y podrido de mi corazoncito perdedor, esa especie de milagro de ver a los bosteros sodomizados por el equipo que heredé de mis ancestros.
El 1 a 4 me dio que pensar. Fue una sensación rara.
El 1 a 4 me puso, en cierto modo contenta.
Este tipo de cosas son las que me mantienen en armonioso equilibrio.
Saber que nada que uno desee se va a cumplir, tener la clarísima constatación de que al destino no hay con que darle, que es mal bicho, cruel e infame y nosotros no, nosotros somos buenos.
Porque Racing nos hace nobles, nos convierte en una especie de mártires, o aun más, nos hace pequeños Jesucristos sangrando sueños despedazados.
Por eso está bien. Está bien tener la ilusión previa y está bien que se frustre, porque de eso justamente se trata el dolor.
Aunque yo no sufro, a mi me gusta que Racing pierda y me regocijo aún más cuando pierde bochornosamente contra Boca, me revuelco en la inmundicia del gozo descomunal que me produce esa especial humillación.
A mi Racing me hace mejor persona.
A mi, el fútbol dejó de interesarme hace muchos años.

29.9.03

Técnicas para la correcta rasuración de choclos.


Tenía dos. No estaba segura de que hacer con ellas y las puse en el freezer.
Fue un caos. No eran compatibles, se llevaban mal, discutían demasiado, a veces se insultaban y hubo una oportunidad en que se fueron a las manos y una de ellas resultó muy lastimada. Decidí separarlas. La que quedó fuera, al poco tiempo se llenó de moho, no pude salvarla de la total putrefacción y finalmente me encargué de darle cristiana sepultura en una de las macetas del jardín. "Tal vez sirva como abono", pensé en aquel momento.
La otra continúa congelada.
Tal vez, en algún tiempo, logre con ella escribir algo realmente bueno.

28.9.03

Autobombing

Lo dije en varias oportunidades y lo repito.
Me maravillan las ilustraciones y el diseño del chico katarsis.

Y por una razón puramente egocéntrica, cuando tienen que ver conmigo, me maravillan más.

acá
acá
y también acá

El pomo en la almena y la princesa que quería vascolet

En una tranquila campiña francesa de Fuerte Apache, vivía un horticultor que tenía una hija yonqui a la que le gustaba tocar la guitarra criolla. Su madre, que era una mujer severa y bastante jaeputa, contrató a Cacho Tirao para que la niña perfeccionara su técnica que, francamente era lamentable.
La muchacha, llamada Britney, en realidad no quería profesores sino alguien a quien amar. Por tal razón, a Cacho lo despreciaba, le hacía burlas crueles y lo incitaba sexualmente para luego dejarlo afeitado y sin visita.
En aquella campiña, una tarde de verano en que hacia un calor que te cagas y los pajaritos caian muertos del cielo por la sed y el uso indiscriminado de aerosoles que afectan il buco de ozono, hizo su irrupción un circo, cuya estrella principal era Leo García, el hombre balín. Personaje muy reconocido en el ambiente de la Rue Santa Fé y la Pueyrredón y la reserva ecológica de Toulouse, artista de variedades que tenía un don especial: cantaba con el culo.
Britney, al ver al artista brincando en un video de Emtivi, supo que su corazón ya no podría pertenecer nunca jamás a nadie más que a él y se embarcó en el último bondi a Finisterre en busca de la consumación de todos los deseos acumulados durante años, porque, entre otros defectos notables, Britney era más fea que las estampas de hamburguesas, bananas y gaseosas que decoran el Panchounpeso de Ciudadela.
Leo no quiso siquiera recibirla. Pero, tal vez guiado por un cierto espíritu misericordioso heredado de quien sabe cuál de los García, sintió pena por la muchacha y le envió, por intermedio de su fiel albacea Santo Biasatti, uno de sus discos y entradas para cuatro personas para la función matiné del sábado del circo.
Britney era una chica de determinación, obstinada, rayando lo insoportable y se propuso no parar hasta lograr sus anhelos amatorios, así tuviese que utilizar las argucias más viles.
El sábado revendió las tres entradas sobrantes y se compró unas pastillitas de la hiperactividad y una docena de medialunas del abuelo para el viaje.
Cuando llegó al circo, Leo ya iba por su segundo tema de los tres que tenía. "Reirme más, reirme mas, yo solo quiero, reirme más, mi amor, reirme más, yo quiero, reirme más" sonaba a toda potencia en los bafles.
Britney bailaba como una posesa sobre uno de ellos, sin darse cuenta que entre la multitud que hacía pogo ahí nomás, se encontraba Cacho que estaba tirao en el suelo y lo estaban pisoteando sin piedad.
Leo seguía en sus trece. "Reirme más, reirme más..." y el show era una verdadera porquería insufrible.
Pero el amor de Britney crecía conforme al efecto alucinatorio de las píldoras y al resabio dispépsico de las medialunas. Y tanto, tanto llegó a crecer que logró materializarse en una especie de vaho espeso que inundó la sala y contaminó a todos los concurrentes produciendoles el tristemente célebre efecto "reirme más".
Las carcajadas del público fermentaban a una velocidad vertiginosa en la peligrosa mixtura con los acordes musicales del artista que seguía bailando, riendo, cantando y exhibiendo su trasero con obscenidad, hasta que al fin, la presión de aquella masa gaseosa que flotaba en el ambiente cedió a la gran explosión de alegría que se cargó, en pocos minutos con la vida de toda esa manga de pelotudos y otros que alli estaban sólo por esa cuestión de grupo de pertenecia que tan mal le hace a algunos seres inseguros y de personalidad débil.

Al día siguiente, de entre semejante cantidad de despojos de sonrisa boba y azul, uno de los bomberos, rescató la guitarra que el cuerpo de Cacho abrazaba, la gorrita blanca de Leo, la corbata de Santo Biasatti y dos mediaslunas casi petrificadas que Britney había guardado para convidarle a su amor.
Las mediaslunas se las dio a un mendigo. El resto de los objetos los vendió en un anticuario de Saint Pier Telmo y con el dinero que obtuvo, pagó un remisse que lo dejó en su casa. Ese día llegó temprano.

25.9.03

La novela que escribí un día.

Título: Cien años de salpicré.

Epígrafe: "Me gustaría que mi vida estuviese recubierta de un anestésico tópico" (Chuck Palahniuk)

Agradecimientos:
A Margarita Xirgu porque me gusta su apellido
A Xul Solar, porque me gusta su nombre
A Xavier que hace unos años se cayó a una piscina vacía, se rompió todo y casi se muere pero al final no y así anda vivito y coleando, es un ejemplo de vida.
A todos los que me conocen.

Capítulo 1

Era un hombre que un día empezó a cortarse las uñas, siguió con los dedos, las manos, los brazos y el resto del cuerpo

Capítulo 2

Lo internan de urgencia

Capítulo 3

Los médicos intentan salvarlo pero le quedaba sólo un pedacito de bulbo raquídeo, y no era fácil, entonces deciden injertarle restos de otras personas y lo dejan parecido a Robert Redford.

Capítulo 4

El hombre comienza a sufrir de depresión, ataques de pánico y dispepsia.

Capítulo 5

Lo vuelven a internar. Esta vez en una clínica de guitarra que da Joe Satriani en el barrio de La Boca.

Capítulo 6

Se queda sordo

Capítulo 7

Se convierte en lazarillo de una dóberman ciega. Se enamora de ella y juntos se van a vivir a Necochea.

Capítulo 8

El viento de la zona afecta mucho a la perra, quien empieza a exigir calefacción central y abrigos de nutria o visón.
El hombre la manda al carajo y regresa a Buenos Aires con la idea de montar un Maxikiosko en la Terminal de Retiro.

Capítulo 9

El negocio no prospera y tiene que cerrar.

Capítulo 10

El hombre se muere de viejo. Sólo, pobre y en el extranjero, como San Martín.

Epílogo:

La perra consiguió trabajo como seguridad en una empresa de elaboración de jabalinas.
Los médicos del hospital ahora son actores de una serie de TV
Joe Satriani grabó su 20º disco.

24.9.03

Ver los blancos peces en un nylon.

F3 (agua)

Hay una camioneta estacionada en la puerta de casa. Suena Rodrigo a decibeles insoportables. Está por dejar a su esposa a cambio de que ella deje a su marido, para matarse en un cuarto de hotel. La historia sería interesante, de no ser porque él se mató solo y en otra parte que de hotel nada tenía. Sin embargo, tiempo despues le crearon un santuario. Cómo destino póstumo, no es poco.

F2 (agua)

Hay una mesa llena de minicuadros a medio hacer. Laburo en serie. Los odio con todo mi corazón. Odio a Glusberg.

F4 (agua)

Jorge Telerman fue mi profesor de pensamiento filosófíco cuando estaba haciendo el cebecé.
Yo estaba bastante enamorada de ese tipo. Ya era pelado, era simpático, era gracioso y tenía ese porte de estar siempre duro, como con varias líneas de pala encima. Hablaba a mil, era un gran gesticulador y yo lo miraba.
Me esmeraba en los trabajos prácticos, sólo para impresionarlo.
Nunca lo logré.
El otro día lo vi en la tele. Sigue pelado. Sigue gesticulando. Sigue simpático. Sigue filosofando al pedo. Pero algo cambió en mi corazón a lo largo de estos años.
El amor es muy efímero.
Y bastante pelotudo, también.

F5 (tocado)

Y entonces yo le pedía un equivalente local a su barco. Y él me decía que pensara en el perito Moreno y yo pensaba. Durante horas me quedaba así,
pensando, simplemente.
Intentaba combinar las letras precisas, leía a Filloy, hacía bollitos de maizena. Y casi siempre comprendia todo como si de pronto se me revelasen todas las verdades universales, ésas que nadie sabe porque no existen.

F6 (tocado)

No va la mina y dice, así, como quién no quiere la cosa, cómo si fuese tan fácil, cómo si no hubiese, ninguna otra cosa importante...
No va la mina y dice: "No es posible que no sean capaces de levantar un puto plato de la mesa, de lavar un puto vaso, de tirar a la basura una puta servilleta"

- Mamá, nos vamos con papi a comer por ahí.
- ¿Acomodaron la cocina o me van a dejar la mugre de regalo?
- Despues acomodamos. (no va la nena y contesta)

F7 (hundido)...

23.9.03

La verruga iconoclasta o diez consejos para no toparse con un mamut.

Cuando dios creó al hombre estaba tan borracho que tomó su computadora y escribió un par de palabras mal tipeadas, las sopló y les dio send.
Del otro lado del cielo una diosa maldormida chequeando los imeils de sus cuentas, recibió esas palabras.
Allí nació la mujer. Y no fue de una costilla sino de un microprocesador ebrio y de otro cansado .
Pero tanto una como otra creación eran archivos muy pesados, las conexiones eran lentas (no existía aún la banda ancha, ni la fibra óptica, ni la penicilina) y el lag era tan grande, que jamás pudieron comunicarse, comprenderse, mucho menos tocarse, y más aún, animarse a crear juntos un mundo que se desintegró, precisamente, al día siguiente, cuando dios despertó, tomo una sal de frutas y olvidó que por un fragmento de una noche confusa, fue un hombre.
Mientras él dormía la mona, la mujer del otro lado buscaba la mejor de las manzanas. Pero la fruta conseguida era de un formato incompatible con los programas de dios. Por eso éste, jamás supo de que se trataba ese nuevo correo recibido. Y el paraíso no existió jamás.

21.9.03

Título: De lo que no va a suceder o el arte de bajar la cortina sin ensuciarte con grasa.
Subtítulo: Sindrome pre-menstrual


No voy a teñirme el cabello de rubio
No voy a comprarme una amoladora angular
No voy a casarme
No voy a coleccionar latas de pimentón
No voy a conseguir trabajo
No voy a tener oportunidades ventajosas
No voy a editar un libro
No voy a escribir un libro
No voy a leer un libro
No voy a tener un hijo
No voy a presentarme en el Salón Nacional de Artes Visuales del Palais de Glace
No voy a exponer cuadros
No voy a vender cuadros
No voy a pintar cuadros
No voy a ser inteligente
No voy a ser buena
No voy a ser generosa
No voy a ser graciosa
No voy a ser borracha
No voy a plantar un árbol
No voy a ser anoréxica
No voy a planchar camisas
No voy a cocinar lasagna
No voy a maquillarme
No voy a esperar nada
No voy a ilusionarme
No voy a estar despierta
No voy a morir
No voy a ir al cine
No voy a terminar de ver "Pandillas de New York"
No voy a hacer hoy nada de lo que pueda hacer mañana
No voy a pretender
No voy a aspirar
No voy a drogarme
No voy a acomodar cajones
No voy a pedir
No voy a presentar carpetas
No voy a guardar manuscritos
No voy a recordar nada que duela
No voy a recordar nada
No voy a arreglar el auto
No voy a vender el auto
No voy a comprarme un auto
No voy
No quiero
No.

19.9.03

Esta ilustración corresponde a este interesantísimo artículo





Chingolo parapetado detrás del corset de Elena Cruz

Me pregunté ¿de que se trata todo esto?
Preferí no responderme inmediatamente, tomarme un tiempo para reflexionar.
Mientras tanto unté una tostada. Tuve un déjà vous. O eso creí en un principio. Estaba equivocada. En verdad, eso mismo me había sucedido muchas veces.
Casi todas las mañanas. Eso y la radio. Eso y despertar. Eso y hacer pis, Eso y lavarme la cara. Ninguna de estas cosas son meras percepciones. Son hechos fácticos.
Me pregunté: ¿no hay nada mejor que hacer?
Preferí no responderme inmediatamente, tomarme un tiempo para reflexionar.
Mientras tanto seguí haciendo las mismas cosas.

17.9.03

Un plan a favor de la pérdida de sentido de los mapas.
(Kaiser Xavier)


Tú sabías que a mi ésto iba a conmoverme. Era parte de un plan sesudamente meditado. Era una estratagema eficaz desde el comienzo al fin. Sobre todo aquel párrafo, aquel atizbo de idea que me remontaría a antiguos pequeños brillos visflumínicos que son los que, ocasionalmente hacen que piense en cuestiones como de arandelas o pitones.
De todos maneros, saberlo no te hace ni más ni menos destacado. Saberlo te hace único, como un gradiente de almíbar o un sobreviviente del último holocausto nucleosis.
Por eso, cada vez que vienes y dices: - Oye, que este aparatejo todavía no
está totalmente ajustado, que no lo acciones, que cuídate de todo lo
marchito -, inmediatamente me da por sentir que el vacío se llena de un humo azulado que me detiene justo ahí dónde la flecha apunta y no hay resonancias ni obturaciones que no se puedan baypassear. No hay lisonjas ni cometas zigzagueantes que me dejen mirando como atonal, como a traves de la ventanilla del tren o del teleférico ése que una vez conocí, aunque era niña y casi ni recuerdo si tenía rumbo o colores o guirnaldas de fiestas patrias.
Por eso, cada vez que llegas y me traes tu almacén de letras furibundas, veo puentes, sólo puentes que asencillan esas dos realizaciones distintas del mismo proceso aleatorio.

16.9.03

Este coso lo hice para ilustrar este artículo



LinkBizquits

La verdad es que es raro encontrar algo diferente. Cuesta, pero al fin, hay perlitas. Y lo de Florencia es, sin dudas una de ellas.
Atenti a las intervenciones retratales. (pa' poner en favoritos YA)
Pena que no haya portacomentarios, porque dan ganas de decir.

15.9.03

Tribulaciones, lamentos y ocasos de damas patricias tuneadas.
(ISP mix)


1)
Conocí un albañil que era alérgico a los materiales de construcción. Me daba una pena infinita verlo brotarse cada día laboral.
Peores eran los síntomas cuando se enamoraba.
Una vez se enamoró de una azafata de Lan Chile y se hizo piloto de aviones. Venció la alergia, pero se estroló contra el cerro más ínfimo de la cordillera de los Andes.
Hay gente que tiene una mala suerte que te cagas.

2)
Mal que le pese a los promotores de tiempos compartidos, la verdadera compartibilidad, generalmente es una línea delgada que se corta tan fácil como un piolín podrido de esos que venían en la antigüedad con las cajas de pizza y dejábamos descansar en un cajón durante muchas temporadas.
Es lógico entonces. No se puede pretender demasiado, excepto que el piolín sea amarillo (como el de una amiga que tengo que los colecciona). Ahí, te aseguro que la cosa cambia.

3)
Ya no creo en Anteojito, ni en Billiken, ni en Petete, a pesar de que le debo, a su libro gordo, el enorme equipaje de conocimientos que desperdigo a diestra y siniestra cual esquirla de la piedra fundamental harriporteana.

4)
Y le pasás la esponjita, le sacás la grasa con detergente y limón, lo enjuagás bien y después le das suave con una franelita para sacarle brillo. Algunas veces necesitas otro tipo de productos para llegar al mismo resultado. Otras, ni con soda cáustica.

5)
Siempre se da que, en situaciones incómodas o tediosas, sin que sea óbice de nada, que de golpe sentís deseos de tomar helado de pistacho y es tarde o el teléfono sólo acepta tarjetas. Y vos tenés una moneda de 25 que te mira con cara de tortuga.
Cuando nos casemos quiero que instalemos una heladería en el living. Así siempre será verano cuando juguemos al chin chón. O sino en Roma, que es la ciudad más altisonante que hay.

6)
Las grandes equivocaciones nos ayudan para no volver a equivocarnos, dijo una vieja y así le fué. Al final se murió de poca sal, murió de hipotermia, hipotiroidismo e hipotensismo. Murió enfermísima.
Murió, a fin de cuentas, de un ataque de hipo que no se le fue jamás.
O murió de vieja, tal vez.

7)
En los momentos adonde sentís que la cabeza se vuelve convexa o todo lo contrario, lo mejor que podés hacer es intentar la menor cantidad de papelones posibles, es decir, que nadie te vea en pelotas.
Hacelo, si es que podes en algún galpón lleno de materiales de construcción o de cosas que no se usan, jamás en el nuevo cubrecama que compraste en el Carrefour, nunca en el OralB celestito que te toca, porque ese es el puto que te avisa cuando lo tenés que cambiar.

8)
Todo es reglativo. Nos rigen reglas estrictas y puntuales. Especialmente los días 10 del mes. Pero a veces no, y ahí si que te la regalo. Tenés que buscarte laburo en la carpintería de tu tío porque hay que apechugar.

9)
Me molesta que todos hagan y digan las mismas cosas, escriban igual, piensen del mismo modo, se rían al unísono y se plagien para aquí, para allá indefinidamente. Me molesta cada día más todo el carromataje infecto de lugares tan comunes como la carnaza o el sentido.

10)
La primavera me gusta porque nos vamos a Cascallares. Casi siempre me enamoro en Cascallares. Casi siempre me enamoro en primavera. Me enamoro de floristas que son los que dominan en primavera.
Cuando nos casemos quiero que pongamos una florería en nuestra habitación conyugal para que siempre sea primavera cuando vemos la tele. O sino en Blumenau que es la ciudad más perfumada que hay.

11.9.03

¡Al fin!

Tardan, tienen poca continuidad, se dispersan, se enkilomban, dilatan, postergan el asunto, pero...
Llegan. Tarde o temprano llegan.
Las Yeguas actualizaron su blog con una verdadera joyita: mordaz, defrentemantequera, polémica y sinigual.
Invitados están.
El último, nabo/a del mes.

(te quiero YaeLa)
La Migala


Lo mismo que el anterior...
Belleza y felicidad.

(A Nosotros)

Un punto a lo lejos,
punto iluminado
se desprende
como recorte perfecto
de la sombra
Imagen
Sueño en colores
Es una victoria
haber llegado hasta aquí
hasta el principio
hasta el final
¿Es una victoria?
Haber llegado
los huesos no tan rotos
Belleza
Cuando nada parecía estar bien
Felicidad
A tiempo
Una victoria
haber llegado
a tiempo.
Sin anillos
Sueño en colores

...................................................
Tras de mi
(espacio entre comillas)
Frente a mi
Tus ojos.
................................................

Estaban despegadas
todas las esquinas
de este cuaderno
Mal encuadernada estaba
las hojas ajadas
amarillas
las hojas repletas
de palabras sin significado
Hace un año
era otra,
más triste.

................................................
Lugares comunes
El amor nos pone efervescentes
El amor arde
Pica
Rasca
Algunas veces
Como hoy,
por ejemplo

10.9.03

El Guardagujas

Esto lo hice para ilustrar un monográfico sobre Arreola del Centro Virtual Cervantes, que nunca fue publicado, que nunca me pagaron y que me cago en todos sus muertos...


El Oral B que no quería morir

"Ya no hay morsas ni tortugas"
(Charly García)


Aunque aún no ha sido comprobado fehacientemente, la leyenda dice que Elpidio Roncoso, nació con una sala de cinematografía alojada en el estómago. Allí se proyectaban películas que sólo podían ser vistas por medio de endoscopias y fueron los estomatólogos los primeros en disfrutarlas, hecho que se hizo tan popular en clínicas y hospitales que ocasionaban largas colas en los pasillos, e incluso las entradas se agotaban pronto y había que agregar más y más funciones.
Un día Werner Herzog estaba en la guardia del Hospital Churruca por un problemilla de almorranas que lo tenía a mal traer, cuando al ver tal alboroto, se puso a investigar. Su curiosidad por ver alguno de los films fue rápidamente vedada por los médicos del nosocomio.
Así fue que se hizo director de cine
Ese fue el comienzo del llamado cine antropológico.

Klauss Kinski se encontraba aquel día en la sala de curaciones ya que le habían salido unas ampollas en los pies, por el efecto adverso de unas Nike nuevas.
Cuando Herzog lo vio, supo que el actor sería el protagonista de sus más importantes películas.
Películas que nunca fueron éxito de taquilla.

8.9.03

Apadrine a un mamotreto

En las áridas estepas de Silvercity, existe una tribu a la que se aisló con el fin de realizar experimentos sociológicos. El último investigador, Dr. Charles Mc Arra, falleció hace unos 60 años en dudosas circunstancias que nadie se ocupó de investigar.
Los miembros de la tribu carecen de los más elementales objetos del buen vivir, tales como, televisión, computadora u hornos de microondas. Sólo tienen libros. Una descomunal biblioteca. La más grande del mundo. Como la de Babel, pero más seca. No esconden, tampoco armas de destrucción masiva.
No tienen políticos, no votan, no saben prometer, ni creen en promesas.
Por eso, y teniendo en cuenta los riesgos que esta comunidad corre, A.P.E.F.P.D.M. (Asociación Para El Feliz Padrinazgo Del Mamotreto), ha iniciado esta campaña solidaria cuyo fin es terminar de una vez por todas con uno de los flagelos que azotan el buen tino y la concordia mundial.
Apadrine a un Mamotreto.
Devuélvalo al Siglo XXI
Lleve un Mamotreto a su hogar.
No sea turro, por favor...


7.9.03

Laresacadita

La consigna era escribir un cuento de brujas y princesas.
Es así que, babeándome, publico el cuento de Michelle, mi nena.


La historia deshistoriada.


Por el año 1550 existió una bruja tan torpe que nadie en el pequeño pueblito de Escabul, le tenía miedo.
Vestía con un atuendo poco común en las brujas, usaba pantalones de jeans con pequeñas pintitas, un buzo que en la parte trasera decía "soy una chica intelectual" y en vez de volar en escoba andaba en una Harley Davinson. El asunto es que cuando ella quería tratar de hacer el mal siempre había algo que se complicaba.
Por las afueras de Escabul vivía una princesa no muy higiénica, ella era hippie y ecologista por eso creía que bañarse le produciría un cambio a la naturaleza. Además era comunista y siempre iba a las marchas de protesta de cualquier cosa.
Su madre había ido a la guerra de los pollos voladores y nunca volvió.
Su padre, el rey Juan Ruperto vigécimotercero le decía:
- Hija mía o tomáis un baño o no veréis a las palomas por media hora, mientras Borgoña, que así se llamaba la princesa, suplicaba:
- Padre mío, ¿qué he hecho yo para merecer tanta injusticia.?

En un duplex de Guadagascara vivía Corlas, un príncipe no muy varonil que tenía toda su habitación pintada de color rosa y con posters de Ricky Martin. Corlas estaba cansado de ser príncipe y lo que amaba era ser estilista y poner una peluquería. Todas las tardes miraba "Entre Moria y vos" y su sueño era conocer a Polino.
Una tarde Borgoña salió a dar un paseo y se encontró con el apuesto Corlas, ella quedó impactada al ver su belleza. Se acercó hacia él y le dijo:
- Hola, ¿vos sos nuevo de por aquí.?
- ¡Ay! no mi amor, lo que pasa es que nunca salgo de my house y por eso no nos debemos conocer, yo soy Corlas el principe de Guadagascara y vos sos...
-...yo soy Bargoña, perdón digooo Borgoña, princesa de este pueblo.
-Un placer conocerte gorda pero, ¿conoces el baño?.
- ¿Qué? Me decis en serio?. No, yo no me rebajo a ese endemoniado aparato.
- Bueno me voy volando por que me voy a hacer un lifting, chauchis.
- Chau.

Borgoña se dirigía hacia el castillo cuando escuchó que varias personas se quejaban y fue a ver que sucedía.

-¿Qué pasa acá?, dijo.
- Pasa que hace un mes que no me pagan el sueldo y yo así no puedo seguir trabajando, respondió la bruja Torpina.
- Mantengan la calma dice borgoña pacíficamente, busquen la paz interior de cada uno y vean a través de sus almas llenas de paz y amor, aconsejó a las otras personas.
Luego de calmarlos, fue directamente a hablar con su padre para que les pagaran.
Llegó al castillo y se olvidó de decirle a su papá lo de la protesta y tomó la guia para buscar en las paginas doradas al principe Corlas.
Cuando lo encontró lo llamó a su celular marca NOKIA último modelo y lo invito a cenar ese mismo día.
Ella estaba tan feliz que decidió tomar un baño pero antes de entrar se arrepintió y nada más se puso dos litros de perfume para tapar el mal olor.
Ya eran las ocho y media de la noche cuando el pricipe llegó. Al ver a Juan Ruperto vigesimotercero, se enamoró a primera vista de él, no podia sacarle los ojos de encima.
Más tarde hicieron un rito espiritual y cuando el pricipe se estaba por ir, llegó Torpina para hablar con el rey de que todavía no le pagaban por los maleficios realizados para la corona.
Ruperto la invitó a pasar a su despacho: - A ver, a ver, a ver ¿que pasa señora?, exclamó el rey.
Pasa que todavía no me pagan... ah, y señorita para usted.
- Está bien le voy a pagar todo lo que le debo si usted hace un último trabajo para mí. Necesito que prepare un conjuro para que el principe se enamore de mi hija, y de paso otro para que ella se bañe.
- Perfecto, mañana a la mañana lo tiene acá.

Al día siguiente Torpina apareció con una bebida que tenían que tomar todos, entonces el rey organizó una fiesta.
Al tomar el brebaje, y como a Torpina las cosas siempre le salían mal, el príncipe terminó enamorándose de la bruja, el rey no volvió a bañarse nunca más y la princesa se fue para siempre de Escabul para trabajar de cajera en un supermercado DISCO.
Y viviero felices y comieron perdices.

6.9.03

Noche perra (con una pequeña ayudita de Artaud)

Los nobles sentimientos hacen fila en las cloacas.
Desde el último piso de este edificio en llamas, desciende una voluntad truncada a fuerza de patadas.
Un hombre se masturba en la ventana y sueña que es Superman sin plumas.
Las sábanas laten mugre de mil años, sudores concentrados, cáscaras resecas.
La noche es una perra: hocico y sexo abierto a un hierro analfabeto que le cercena el culo en diez mil partes.
Un poeta defeca endecasílabos y vomita los cabellos de los ángeles dormidos.
Hay cuerpos que se apilan formando una comparsa, desangran pavimentos oxidados por fantasmas.
La noche es una negra aputarrada que huele a ferné y a cocaína.
Sin embargo, nadie quiere irse de este sitio.
Los vasos rebozan cenizas que son como milagros que caen en picada.
Los cantineros dicen que la vida está vacía, que la vida cierra, por favor retírese.
Demasiados lugares son los que están lejos. La mente no aparece y destiñe licor de letanías.
No necesitamos flores. Con llevarnos diez palabras, sólo alcanza.
La cabeza explota, es un magma dionisiaco que da pena.
La noche perra está atestada de inmundicias que ascienden hacia el último piso de éste edificio que se pudre.

Occipital medio torcido para allá.

Interminable. Se hace chicle, se estira, rebota en las paredes. Masa cósmica que lo enchastra todo. Pegotoso, un fideo en una barba. Pringosidad, aumento de glucosa, huellas que quedaron acá cerca, fasos, mucho, demasiados, fasos.
No hay café.
Ganas. Que vuelven. Ganas que vuelven.
Lastima bandoneón mi corazón. Y Piazzola. Nada mejor para una tarde interminable.

4.9.03

Recuerdos de cuando era odalisca.

Este cuadro se llama ecográfico y justamente está hecho con ecografías.
Es un claro homenaje a mi maestro de artes marciales que siempre decía cosas en idiomas orientales y nunca le entendíamos un carajo.
Lo pinté un día que me sentía esperanzada con respecto a la evolución de la humanidad para mejor, pero después se me pasó.


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