2.11.03

Acerca del real compromiso con la causa

Algido Velez Sarfield sufría de serios trastornos hormonales que le producían una irrefrenable necesidad de coleccionar palanganas.
Poseía gran cantidad de ellas de diversos tamaños, formas, colores y lugares de procedencia, mas sufría por la falta de una en especial: la palangana atenolol. Esta palangana tenía propiedades sanativas para enfermos de coronarias y también para naturalizados eslavos. Sólo podía hallarse en boticas autorizadas pero no se sabía bien cuáles eran ya que los certificados que les daban aval de usabilidad estaban escondidos dentro de un volquete junto a un mural de Berni abandonado (se presume) en la ciudad de Choele-Choel.
Al no tener certezas del sitio correcto adonde hallar indicios que lo condujesen a la palangana atenolol, Algido Velez Sárfiel decidió conformarse con la adquisición de la palangana hipoglós cuyas propiedades eran tambien formidables pero en cuanto a asuntos dermatológicos se refiere.
Pagó por ella lo que se dice una bicoca.
Pero nunca fue lo mismo.