2.10.03

Consideraciones acerca de tutiplenes y otros frutos del mar
(Año 2/Edición nº 38)


Una vez estuve expuesta a vericuetos temerarios. Cuando rodé pensé que debía agradecer alguna cosa. -Debe haber algún ente celestial que me abroquela al planisferio -, me dije.
Quise agradecer, ser generosa, mas no hallé la dependencia pertinente, la oficina de cómputos que me eleva el porcentaje de horas benéficas. Sólo encontré una larga fila de animales mitológicos y vendedores de telefonía celular. También planillas de multiples choices con casillas movibles.
¡Ah! El movimiento. Esa pesadéz mutable.
Así es imposible dar con las piedra verdadera. Se rompen los bolsillos.
Etcétera.

Sin embargo, insisto con el factoreo de palabras.
Por ejemplo:
anaconda/ a-n-a-c-o-n-d-a/ con ana/cana/can. ¿Ves que todo es lo mismo a fin de cuentas? ¿Qué todo siempre, irreductiblemente es "vuelve a la casilla de inicio"?
La investigación es como el Juego de la Oca.

Mi cárcel es diferente de la tuya. Tiene muros de goma o de peluche. A veces es como en Batman y Robin y se cierran centrípetamente. Pero los hiperhéroes escapan y eso es para tenerlo muy en cuenta.

Los métodos me esquivan, me sacan la lengua, me atornillan.
Las posibilidades se acotan, pero son resacas de verdaderos propósitos como los de crear definiciones antepuestas a las leyes, o como bichos bolita, yo no sé.

Las cosas no son ni tan triviales ni tan carentes de sentido.
El que una línea pueda ser trazada no implica el que lleve a parte alguna.
Unas rectas se cortan en la luz roja del semáforo. Todo lo demás es trasgresión y desafíos borderline. En Raticulín no pasan estas cosas. Cuando embarque lo haré con un sombrero panameño.
¿Sabías que los sombreros panamá se hacen en Ecuador? Otro sinsentido

Por favor, pase por la ventanilla 18, que allí le explicarán de que se trata.

Tengo un deseo. O dos:

1) eclectar rabinos excomulgados
2) afrailar oportunidades de éxito

Pero no llueve.