29.9.03

Técnicas para la correcta rasuración de choclos.


Tenía dos. No estaba segura de que hacer con ellas y las puse en el freezer.
Fue un caos. No eran compatibles, se llevaban mal, discutían demasiado, a veces se insultaban y hubo una oportunidad en que se fueron a las manos y una de ellas resultó muy lastimada. Decidí separarlas. La que quedó fuera, al poco tiempo se llenó de moho, no pude salvarla de la total putrefacción y finalmente me encargué de darle cristiana sepultura en una de las macetas del jardín. "Tal vez sirva como abono", pensé en aquel momento.
La otra continúa congelada.
Tal vez, en algún tiempo, logre con ella escribir algo realmente bueno.