27.8.03

Fábula de la Organización No Gubernamental que no podía mantener una erección o Diatriba seudo farabute.

"Estoy atiborrado por tu amor..." Luis Alberto Spinetta

Oveja Negra González despertó algo abrumado por la pesadilla que había tenido. De todos modos, intentó hacer que su día siguiera por los cauces normales, rutinarios y específicos.
Se cepilló los dientes, se lavó la cara con "Skin Cleare Care", se afeitó con una "Track 2000" y postergó la ducha para entrada la noche.
Oveja Negra González almorzó carne al horno con puré, y dos vasos de vino Toro, el menú del día de "El Palacio de la papa frita" y pagó con tarjeta de débito porque luego le descontarían el 5% sobre los $ 7,50 que pagó. Fue a hacer la digestión a Plaza Francia y, lentamente, se durmió bajo el ombú histórico.
La pesadilla volvió, allí mismo. Invadió el parque todo, llenó de bruma el Centro Cultural Recoleta y la Iglesia del Pilar.
Los muertos del Cementerio contiguo tuvieron crisis de ansiedad y en la Galería de Diseño subterránea, nadie vendió un puto sillón art deco.
Todos los habitantes de Buenos Aires tuvieron la extrema necesidad de huír despavoridos hacia Chascomús. La ruta 2 fue un caos demencial.

Oveja Negra González despertó, cuando el sol se ponía por entre los edificios más altos de la Av. Pueyrredón y la antigua Facultad de Ingeniería.
Algo abrumado, por la pesadilla que había tenido, regreso a su casa para ducharse e irse a dormir.

Moraleja: sólo el aluvión de un gemido.