24.6.03

Me interesa profundamente todo lo pletórico de alegorias sugerentes. Lo bueno que tiene el minimalismo binario es que suele retrotraer a alguna de las arias de John Cage o de Sir Frankfurt Delfort.

(post dedicado a maifrend Purranki, almácigo escapulador, generador de los piropos más constelares que he escuchado/me han dicho jamás, uno de esos lujos que llevo puestos adonde quiera que vaya)



Como de Neopren-e, así entremezclada entre minestrones y obsidianas. Me siento un oso bipolar, ora Alaska, ora Tierra del Fuego.
La verdad es que excepto algunas cosas fundamentales: tema laburo mermático, tema amoriles complejos, tema domingos y Venecia sin tí, tema dejadéz macrobiótica cuasi voluntaria, tema factura telefónica que se me ríe en la cara, o lo peor, que me llora cual bebé, esperando que le cambie los pumpers, creo que todo lo demás funciona de requetepelo. Si volvieran a dar Cablín alguna vez, creo que hasta podría ser feliz.
Como de resina poliéster que tarda en fraguar. Sin el menor atizbo, ni ganas de hacer a un lado el chupehuevismo y decidirme a ser grande de una vez para comenzar la empinada cuesta hacia el fin.
Como acantilada. Así estoy.