25.6.03

Light my fire

- No juegues con fuego, pues te podés quemar, le dijo Greis Bambú a Benito Kamela, a lo que éste contestó:
- Es cierto, el que se quema con leche, ve una vaca y llora.
- Vaca será tu madre, contestó ella exasperada.
- ¡No te metas con mi madre!, que madre hay una sóla.
- Sí, pero la tuya, además es una bruja y merecería ser quemada por la Santa Inquisición.
- Peor es la tuya, que fuma como un escuerzo.
- ¿Los escuerzos fuman?
- No sé, pero disculpame que no te invité. ¿Querés un pucho?
- Bueno, pero que sea bajo en contenido de alquitrán.
- Lo siento, yo sólo fumo marihuana.
- La droga es un viaje de ida, dice Greis, con tono trascendente.
- Mejor, porque el boleto es más barato.(Benito, se rié sarcásticamente)
Ella lo mira a los ojos y le pregunta - ¿Te puedo besar?
- Estándo yo caliente, ríase la gente, contesta él
- ¿Me estás llamando calentona? Dice ella, con actitud de estar muy ofendida.
- No, el que está caliente como una papa soy yo. Vos sos una frígida de mierda.
- ¡Cielos! ¡Las papas! ¡Dejé las papas en el fuego! (Se acuerda Greis)
- ¿No ves que sos una pelotuda?, le grita él
- ¿Porque no te vas un poco a la concha de tu hermana? Dice ella, mientras hace un ademán de pegarle con una cuchara de madera.
- No es mala idea, ya que los hermanos sean unidos, porque está es la ley primera; pero mejor me voy al cuartel. Están sonando las sirenas.
Benito Kamela se pone el casco y sale corriendo.
Greis Bambú agarra un bombero loco y se pone a regar las plantas del jardín.
Por la vereda, en ese presiso momento, pasa Mario Benedetti vendiendo ejemplares de su novela "Gracias por el fuego"
Greis quiere comprarle uno, pero él no acepta tarjeta de débito.
- ¿Y si le pago en especies, señor Benedetti?, dice ella poniendo cara de Julia Roberts en "Mujer bonita"
- Está bien, deme 100 gs. de pimentón y 100 de ají molido y estamos hechos.
- Pimentón no tengo
- Con las tuyas me entretengo, dice Benedetti y se abalanza sobre sus tetas.
Greis y Benedetti enfilan para el cuarto. (mutis por el foro)
Mientras se escuchan jadeos de todo tipo y factor, llega la autobomba y Benito Kamela junto a tres más rompen la puerta con un hacha y empiezan a manguerear la cocina que se está incendiando, producto de unas papas fritas de las que ya no queda más que oscuras cenizas.
Uno de los bomberos piensa: "Donde hubo fuego, cenizas quedan"
(Se baja el telón)
(aplausos)