10.5.03

Pabilo popular

Una genialidad de Yael Rosenfeld

Pablo procura pasar por Patricia, piba popular por piernas privilegiadas.
Planea pagar película, pizza, posada. Patricia presenta prejuicios porque prefiere pretendientes pudientes para pareja perdurable. Pero pica. Pablo pasa. Patricia, preciosa, propala perfume, porta perlas, pollera. Pablo paladea panorama placentero.
Pablo propone poco papeleo: prefiere pachanga presta, pinchar pronto.
Paciencia, Patricia pone palos, primero pretende paseo por parque público.
Pablo presiona, Patricia pichulea. Pactan perpetrar pecados prohibidos.
"Perdiste, perra", piensa. Pablo propone polvo, promete pija proporcionada, placer, paraíso.
Pablo plantea premura, Patricia permite pero pide penumbra, Pablo pellizca, piensa, "Pechuga prieta, pomposa, posiblemente porta plástico".
Patricia pretende premio principal. ¡Pelá, papito!
Pablo presenta pito peculiarmente pequeño. Patricia palpa, pronuncia penosa: Parece poco, pimpollo, percibo pocas posibilidades.
Peligro. Pablo pelea, Parala, puta, probala primero. Pura piedra potente: pedazo perfecto para partir pandulces.
Patricia parpadea, ¿Piedra? ¡Pobre palurdo! Prácticamente puede pasar por peluche. Para probar, pruebo por plata, pendejo. Pérfida, Patricia propone: Pongámosle precio.
Pablo patina, pide paciencia, padece, ¡parate, por piedad! Patricia parece podrida, ¡Ponele pasión, pelotudo!
Patricia pasa por potra. Pablo, por piojo pedorro. Patricia pregunta, ¿probaste perejil, payaso? Paliza. Pablo perece por papelón, pide pañuelo, prórroga, perdón, permiso para perderse. Pálido, prepara puñeta por propia palma. Palpita pajas perpetuas. ¡Piantate, pelotazo!