4.4.03

Trópico de géminis

A veces soy dos y de cada una surgen otras dos y así sucesivamente. Me acomodo debajo de una palmera que vi una vez en San Fernando , un día en que pisé pasto recién cortado por un tractorcito y fue ésa una sensación alucinante, como si se desinflaran globos verdes y jugosos en cada una de las huellas.
Además pasaban otras cosas. Pasaban barquitos, pasaba esperar a alguien que yo quiero tanto.
Me acomodo, entonces, bajo esa palmera que además tenía cerca suyo un ceibo con muchas flores. Me acomodo (una de las dos de ahora, se acomoda) y piensa que tengo ganas de leer nuevamente a Henry Miller.
Sus trópicos sí que son interesantes.