29.3.03

Días de radio

El miércoles me puse melancólica y comencé a hacer un recuento de las cosas que extraño de él. A madrugada del sábado, descubro con pasmosa frialdad que lo único que extraño de nuestra habitación es el radiodespertador con el que amanecía, que extraño las mañanas con Lalo Mir, o con Lanata cuando no era tan gordo, o Aliberti cuando era zurdo y yo le creía.
Hay montones de canciones que llevo grabadas y convertían, el transe de madrugar, en algo mucho más dulce.
Descubro con bastante pena que lo que extraño de él, no tiene nada que ver con él.