31.1.03

Hay ciertos detalles desagradables de los fumadores.
Por ejemplo, que el espacio entre dedo índice y medio se pone de color amarillento tirando a mostaza. Y nada lo puede revertir, forma parte de la pigmentación natural y te joda o no, está. Lo mejor es verlo desde el punto de vista de una estética divertida. O simplemente ignorarlo.
Otra es que el pulgar se gasta. Sí, la ruedita del encendedor produce una erosión que termina formando una lastimadura que luego será un cayo (¿cayo? ¿callo? ¿cómo se dirá ésto? ¿será esta una palabra o sólo una idea que no tiene nombre?)
Mi solución, por ahora es la de encender el faso con la izquierda, dejar descansar el gordito derecho y arruinar en partes proporcionales.

El otro día estaba leyendo que (no me acuerdo dónde), de todos los órganos que son dos y se alternan y complementan, uno de ellos siempre es más débil (pulmones, riñones, ovarios, testículos, etc).

Capaz que lo mismo pasa con los dedos. Por eso, me parece importantísimo ayudar a la naturaleza a desgastar de manera pareja.
Para morirse igualmente reventado en partes iguales y que no haya manera de acomodar tu cadáver para que esté más o menos presentable cuando algún idiota con derecho de familia se cague en tu voluntad y. en lugar de cremarte y arrojar tus cenizas al Mar Caspio entonando una canción de Lou Reed, te velen y entierren en tierra santa.
Entonces, la idea es no ser apto para todo público y que tu último espectáculo sea más desagradable que esos detalles de los fumadores. Pero, al menos parejito.