30.5.02

Los que somos listeros adictos y hemos pasado por muchos lugares con mayor o menor fortuna, sabemos ya que hay un proceso que sufren las listas de correo que es, indefectiblemente el mismo. Lo único que cambia es la duración de una lista más o menos activa o interesante. Unas más, otras menos, dependiendo del grupo de gente y el nivel de atracción.
Lo que sucede finalmente es parte de las leyes naturales. Los que están detrás somos personas y allí es donde esta el mayor fallo y la mayor maravilla. Actuamos como si realmente estuviéramos vivos. Con nuestras neurastenias, obsesiones y necesidades varias, hasta que todo termina.
Pero lo que a mí me llama poderosamente la atención, es algo que sucede casi como un reflejo macabro de la vida no-virtual.
Cuando una Lista se queda huérfana, inmediatamente, como si tuviesen una especie de radares especiales, aparecen los buitres para alimentarse de la carroña que quedó, que en este caso son los pobres infelices que aún siguen apuntados esperando no sé qué milagro de regreso, esperando que vuelva papi, que regresen los buenos tiempos.
Arremeten con total impunidad, apropiándose del espacio desierto; los evangelizadores, los activistas de causas nobles y los graciosos a quien nadie soporta en ningún sitio.
Gráficamente: los “Notivaga Nocturna”, con sus insufribles spam en portugués; los “Al final del túnel”, creyendo que nos pueden convencer de que la injusticia social tiene arreglo; los “José Antonio Molero” con sus chistes pelotudos o sus monólogos forrazos; los Poetas Libres de Paraguay con sus denuncias sobre secuestros de poetas que aparecen al día siguiente y así, una interminable lista de mierdas varias.
Yo no sé porque los suscriptores de una lista donde alguna vez nos sentimos cómodos tenemos esa reticencia absurda a permanecer, aún sabiendo que allí no pasa nada más que el delete a ese mensaje que pesa mil kilos y termina siendo correo basura. ¿Será como cuando insistimos durante años en una relación que se fue a pique sin pena ni gloria?
No entiendo porque los fundadores de las listas, no son los que ponen delete, en el preciso momento en que se van. Quemar las naves. Eso es.
Hay que quemar las naves, así queden muchos dentro. Eso, siempre es mucho mejor que dejar que las ratas proliferen hasta comerse el último de los cadáveres, muerto de cansancio, aburrimiento o simple imbecilidad.