27.4.02

Paul Auster es uno de mis escritores preferidos y está ahora en Argentina.
Dijo cosas como “¿Por qué un país sofisticado en cultura es brutal consigo mismo?”
A ver... En primer lugar habría que definir que parte del país es representativa del país y, en todo caso que es cultura y para que sirve.
Por ejemplo, el escandaloso porcentaje de gente que está por debajo del límite de pobreza, tiene una cultura que le es propia, como así los changuitos de Tucumás y Santiago del Estero, por buscar un ejemplo arbitrario.
Si lo que el señor Auster llama “cultura” está referido a que por algún accidente del destino en estas tierras nació un Borges o un Arlt o un Marechal, esta basandose en meras cuestiones azarosas que nada tienen que ver con que éste sea un país culto.
Hay una élite que es culta porque tiene acceso a la educación. Es una pequeña porción que, si bien es la que tiene el poder, justamente por ese acceso a la educación, es también la que mueve los hilos, estipulando que la cultura resida en Buenos Aires casi con exclusividad y esté en muy pocas manos.
¿Qué por qué este país es brutal consigo mismo? Justamente porque no es un país de gente lúcida ni inteligente, por más Borges del orto que tengan algunos. Cultura no es sinónimo de inteligencia. Podés haberte leído el Ulises de Joyce, e incluso haberlo entendido, siendo un pelotudo integral, y eso no va a quitarte la condición de pelotudo integral.
Yo le llamo inteligencia a la capacidad de resolución de problemas. Por eso suelo reirme cuando alguien dice: “pero, que pena, una chica tan inteligeeente..”
Si no puedo resolver problemas puntuales que hacen que mi vida sea un desastre, por más libros de mierda que me lea, no voy a dejar de ser una pelotuda integral más.
Lo mismo pasa con el país. Y lo que falta aquí no es cultura, sino inteligencia, para saber
que mierda tenemos que hacer para salir de esta, y de allí en más posibilitar que todos tengan acceso a la cultura que tanto admira el señor Auster. Un país (todo el pais) de inteligentes y cultos no puede fallar. El problema es que hay que empezar y darse cuenta de cómo, es decir, ser inteligentes.
¿Por qué un país sofisticado en cultura es brutal consigo mismo?, dijo Paul Auster.
Creo que ya le contesté, señor Auster, pero para que le quede bien claro le repito:
Me cago en la cultura de este país, si no sabemos que hacer con ella.